El análisis de la actualidad de Santi González en ‘Herrera en COPE’.

Hoy arranca la campaña de la declaración de la Renta, que es lo más parecido a una vara verde para los sufridos contribuyentes. Era inevitable, a ver si creían ustedes que todo esto de los viernes milagro era gratis y quién creían que iba a pagar todo este dispendio. La sufrida clase media va a ser la primera víctima del sanchismo durante los próximos tres meses. Después le tocará pagar a la clase media-baja, a todos los supuestos beneficiarios de los viernes sociales. Y lo pagarán en sus propias carnes, con la subida de la tasa de paro. Lo vivimos ya con Zapatero en 2010, pero el votante de izquierdas es especialmente reacio a escarmentar en sus errores. 

Sánchez es como Zapatero, pero en zafio. Y en mentiroso. El domingo  embarró el campo electoral imputando al asesor económico de Casado, Daniel Lacalle, una propuesta para rebajar las pensiones en un 40%. Falso, tanto como su tesis doctoral. Lo que Lacalle había dicho es que las pensiones solo se garantizan con un mayor nivel de empleo, que si no hay tal los gobiernos se ven obligados a recortar y el único debate está en la cuantía del recorte: si es un 10. Un 30 o un 40%.

El PP ha salido a desmentir el bulo con todo lo que tenía a mano, pero ya puedo adelantarles que es inútil, las redes sociales están sirviendo de altavoz a los más tonto del sanchismo, que es mucho y macizo, razón que junto a la desfachatez y la falta de pulso moral, va empedrando el camino del desastre, pero les ayuda a salirse con la suya en el recorrido. Hermann Tertsch acuñó un concepto muy definitorio para esta tropa: el gentucismo.

Daniel Lacalle pudo añadir un ejemplo: fue un Gobierno de izquierdas, el de Syriza en Grecia, el que rebajó las pensiones en más de un 40%, aplicando más de una docena de recortes sucesivos. El único Gobierno que ha recortado las pensiones en España ha sido José Luis Rodríguez Zapatero a partir del toque de atención que le dieron los cinco grandes, sí también Obama. Por decirlo con una voz taurina, apriétense los machos y que Dios reparta suerte.