Pocas cosas son más difíciles de afrontar en la vida que la muerte de un hijo. Y más aún cuando ese hijo es un joven sano de tan sólo 19 años.

Alberto Fresneda tenía esa edad cuando murió. Vivía en Londres con sus padres y sus dos hermanos. Era un chaval curioso, inquieto, creativo... tan creativo que una de sus principales aficiones era pintar grafitis.

El 18 de junio de 2018 nuestro protagonista salió con un par de amigos, Harry Scott-Hood y Jack Gilbert, a pintar en la zona de Brixton. Era algo que hacían de forma habitual. Saltaron una valla y se pusieron a pintar en el puente de Barrington Road. Caminaron por las vías del tren, ajenos al hecho de que un convoy venía hacia ellos. Cuando se percataron intentaron esconderse, pero el tren les golpeó. Los tres murieron en el acto. "Se fue un domingo, se juntó con varios amigos en Brixton y fueron a pintar a las vías en torno a la medianoche. Vino un tren y les golpeó. Ellos intentaron escapar, pero no lo lograron".

En el 'Fin de Semana' de COPE, hemos hablado con Carlos Fresneda, corresponsal de El Mundo en Londres y padre de Alberto. Para superar la terrible pérdida, Carlos ha escrito un libro, 'Querido Alberto', que comienza con una cita de una de las novelas más importantes de Francisco Umbral: "Mortal y Rosa fue mi libro de cabecera durante años. Lo he leído 5 veces. Es un libro tan auténtico..."

Escribir ha sido su particular terapia para intentar volver a vivir. "Siempre hay un periodo de reflexión que sigue a la tragedia. Pero a partir de ese momento hay que intentar rehacer la vida y volver poco a poco a tu vida y comprobar qué es lo que te sienta bien".

Ante una situación tan dura, Carlos reivindica la necesidad de hablar abiertamente sobre este tipo de tragedias: "Hay que hablar de manera natural sobre la muerte, no hay que esconderla. Duele contarlo, pero duele más callarlo".

'Querido Alberto', un libro para superar algo tan complicado como la muerte de un hijo.