Hay olores que quedan para siempre: el de las páginas de un libro, el de la pintura recién aplicada en la madera, el del café del desayuno, el del jabón… y otro muy particular: el de un disco de música recién sacado de su embalaje. Concretamente, el de un vinilo.

Hace muchos años, cerca de 60, un jovencísimo Miguel Ríos comenzaba a trabajar como dependiente en la sección de música de los grandes almacenes Olmedo, en Granada. Y a ese joven Miguel le gustaba mucho abrir las cajas que llegaban a la tienda y oler los vinilos nuevos.

Tras su paso por esos grandes almacenes, el granadino puso rumbo a Madrid, con 1.500 pesetas en el bolsillo, persiguiendo un sueño: grabar un disco.

Comenzaba así una larga y prolífica carrera musical que en 1982 le llevó a protagonizar, junto a su banda, uno de los conciertos más importantes de la historia de nuestro país.

Han pasado 40 años del ROCK & RIOS, el concierto que se celebró los días 4 y 5 de marzo del año 1982 en el antiguo pabellón de los deportes de Madrid y que puso melodía al momento social que vivía España: una democracia recién nacida que daba sus primeros pasos. Por los micrófonos de Fin de Semana ha pasado el rockero granadino: “Fue un momento muy importante en mi biografía y en la del país (…) Empezábamos a conocer qué era la libertad. El disco entró como la banda sonora de esa época. Tuve mucha suerte de hacerlo en ese tiempo y que se convirtiera en algo más que un disco. Estoy muy agradecido a mi suerte.”

Y no hay mejor forma de celebrar esas 4 décadas que volviendo al Wizink Center de Madrid los próximos días 11 y 12 de marzo para conmemorar un evento que marcó un antes y un después en la historia de la música española.

Y 40 años después esa ilusión continúa intacta. “Todavía me sigue viniendo gente con el vinilo a que se lo firme después de 40 años”.