En el momento en el que nos pusimos de pie, todo cambió. Lo ha contado Fernando López – Mirones con Cristina y Lomana. “Dejamos de ser como los mandriles, que ponen toda la atención sexual en la parte trasera, nosotros la ponemos en la delantera”. Han cambiado cosas en nuestro cuerpo, ha explicado que “nuestros senos se ponen redondos, lo que es bastante incómodo a la hora de dar de mamar. Los labios se sonrojan, se ponen más gruesos” y el foco de atención sexual cambia.

“Las mujeres tienden a ensalzar los pechos, el rostro y mientras, los hombres tratan de mostrar su barba, el mentón, las manos o una voz profunda. Estas son las claves" ha explicado el documentalista. “Pero claro, es cierto que esto, cuando vivíamos en pequeñas sociedades y la monogamia era más fácil, también era lo habitual. Ahora la cosa ha cambiado, queremos reprimir esta actitud, pero nuestro mono interior, que siempre está latente, lucha por salir”.

Es el caso de la desodorización, por ejemplo. “Tratamos de ocultar nuestro olor, pero eso es contraproducente. De hecho, para las fragancias utilizamos una glándula que se encuentra en el culo de los castores” ha explicado el biólogo.