El español 'fundador' de Estados Unidos que la Leyenda Negra ha intentado borrar: apenas se ha oído su nombre
El historiador Amadeo Martín-Rey explica en 'Fin de Semana' por qué hay ciertos personajes de la historia que han sido fundamentales para la misma pero que, por algún motivo, son menos recordados que otros
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Probablemente se trate del país más importante del mundo y del que, toda democracia occidental, termina pivotando. Se trata, por supuesto, de Estados Unidos, y, a pesar de ser una de las principales potencias mundiales, su historia es más bien reciente. Si eres de los que está interesado en la historia de América, sabrás que su independencia apenas llega en el siglo XVIII y que, a partir de ahí, el país está en construcción.
Por eso, no es de extrañar que, de la recién estrenada nación, haya multitud de documentos que están casi en perfecto estado y que evidencian la construcción de una de las democracias más importantes. Sabemos con precisión quiénes fueron los primeros presidentes, cómo empezó a crearse la democracia y cómo se vivía en esa época de las Trece Colonias. Y aunque los nombres de todos esos personajes que ayudaron a la creación de Estados Unidos creemos conocerlos, hay algunos que pasan desapercibidos.
Entre ellos, el nombre de un español. Un malagueño que sintió la necesidad de cruzar el Atlántico para adentrarse en parte, también, de nuestra historia: la historia del continente americano. A pesar de sus esfuerzos y su aportación en el país que hoy lidera Trump, la tan temida Leyenda Negra que ha querido borrar a España de todo hito histórico, también ha intentado eliminar su carrera.
El español que ayudó a fundar Estados Unidos
Su nombre era Bernardo de Gálvez. Nació en un pueblo de Málaga en 1746, con solo 16 años, se alistó al Ejército para servir a su país. A pesar de luchar en la Guerra de los Siete Años, Gálvez se hizo más popular por sus campañas en el Atlántico. Comenzaron en México, cuando su tío, inspector general de la Nueva España (México y parte de Estados Unidos) lo requirió para la defensa del territorio.
Sus logros y sus habilidades lo llevaron a ascender rápidamente a coronel en 1776, año en el que se declaró la Independencia de Estados Unidos. En ese momento lo nombraron gobernador de la Luisiana, lo que le hizo empatizar con la situación de los insurrectos que buscaban plena independencia de la metrópoli inglesa. Porque había algo que le unía a estos rebeldes: su aversión por Inglaterra.
Así pues, hizo todo lo posible por ayudar a aquellos que querían formar un país lejos del yugo inglés. Lo hizo con apoyo económico y armamentístico, lo que permitió a los revolucionarios librar batallas donde los ingleses acabaron con pocas posibilidades. La más importante, sin duda, fue la batalla de Pensacola, Florida, donde la ciudad fue a parar a manos españolas y fue decivisa para la independencia estadounidense.
Estatua de Bernardo de Gálvez en Nueva Orleans
A pesar de su gesta, su nombre ha querido ser borrado de la historia y todo, una vez más, tiene una base fundamentada en la Leyenda Negra. De hecho, el reconocimiento de Bernardo de Gálvez en la historia americana llegó mucho tiempo después, cuando, durante el gobierno de Obama, se le concedió el título de "ciudadano honorario". Su figura, sin embargo, ha estado olvidada durante 300 años.
Un reconocimiento que nunca llega
¿Cuántas veces has escuchado tú el nombre de Bernardo de Gálvez? Porque, por más que haya sido un personaje fundamental en la historia de Estados Unidos y, consecuentemente, en la historia mundial, no lo hemos aprendido en nuestros libros del colegio o de la universidad. Su nombre ha pretendido estar silenciado y, ni con el reconocimiento de Estados Unidos, se ha puesto fin a esta vertiente de la Leyenda Negra.
Amadeo Martín - Rey, historiador, explica en 'Fin de Semana' todo sobre un personaje fundamental y del que deberíamos sentirnos muy orgullosos. "Es lamentable que en España no tengamos el conocimiento de quién era Bernardo de Gálvez" llegaba a decir.
Cuadro de Bernardo de Gálvez
Y es que su legado no solo está ligado con la independencia estadounidense, sino que fue clave para fines sociales. "Promocionó la vacuna de la viruela, impulsó obras públicas y ayudó a la población indígena", decía este historiador que, además, aclaraba que fue un legado mayúsculo para lo joven que murió, con solo 40 años.
Estados Unidos ha hecho de todo por reparar la memoria de Bernardo de Gálvez y, por tanto, exhibe un cuadro suyo en el Capitolio. Un cuadro que ahora España ha querido recuperar.. La obra, que pertenecía a una familia malagueña, despertó el interés de compradores norteamericanos que barajaban cifras de "millones y millones de dólares", ha comentado Cristina López Schlichting. Sin embargo, el Gobierno español ejerció su derecho de tanteo y lo compró por 60.000 euros. El destino de la pintura será el Museo del Ejército, donde podrá ser admirada por el público.