Seguro que alguna vez te has topado con alguien que, cada vez que pasa algo en su vida, asegura que todo lo malo le pasa a ella. O, dicho de otro modo, seguro que alguna vez has conocido a alguien con una tendencia a pensar negativamente que, de una manera u otra, te termina influyendo y empiezas a sentir su mismo malestar. Y sí, es justo lo que estás pensando, es posible que eso te haya pasado a ti también.

Ya sabes, que hay ciertas cosas que te dices a ti mismo, con muchísima exigencia, que no hacen más que hundirte y conseguir precisamente eso, que no prosperes. Eso es lo que se conoce como pensamiento limitante, es decir, aquellas cosas que pasan por tu mente que tú interpretas como una verdad absoluta y que, al final, te impiden hacer cosas.

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Te ponemos un ejemplo. Cuando te dices en muchas ocasiones que eso que estás haciendo no va a salir bien o que a todo el mundo le salen bien las cosas y consiguen lo que quieres, menos a ti. Exacto, eso es tan solo un pensamiento limitante que lo que consigue es que, de tanto repetírtelo, se convierta en una realidad.

Pero, ¿es posible deshacernos de ellos? Es algo que nos planteamos en Fin de Semana y que queremos preguntarle a nuestro psicólogo de cabecera: Pedro Martínez. Él, ya nos avisa desde el primer momento, los pensamientos juegan un papel importante en "nuestras sensaciones físicas y emocionales". Dicho de otro modo, todo lo que pensemos, repercutirá en nuestra vida.

Y si te lo estás preguntando, sí, gracias a la psicología cognitiva y a la terapia conductual, es posible redirigir nuestros pensamientos hacia una tendencia más positiva. ¿Cómo? Pues cambiando esos pensamientos.

Cambiando los pensamientos negativos por los positivos

Pedro Martínez nos da la clave definitiva para evitar esos pensamientos limitantes que no nos dejan continuar ni hacer nuestra vida normal. Para ello, como nos explica nuestro psicólogo, lo importante está en ir reconduciendo esos pensamientos que nos asolan hasta transformarlos en algo positivo.

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Es posible que, dicho así, parezca más sencillo de lo que es, pero encierra mucha complejidad. "Hay que aprender a analizar cuál es nuestro sistema de creencias, y, cuando lo vas viendo y analizando en el día a día, poco a poco la persona va interiorizando ideas contrarias y a transformarlas en racionales" nos explicaba.

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"Así, lo vas poniendo en práctica. La cuestión es identificarlo y, poco a poco, la cabeza va a hacer un proceso de adecuación" contaba Pedro Martínez. "Siempre vas a tener una tendencia a pensar de una forma, pero la cabeza te va a ir dando como un antídoto y vas a ver que no es todo tan negativo como te lo planteas" contaba.

Es decir, que la clave está en identificar esos pensamientos negativos que podamos tener y darles, en la medida de lo posible, la vuelta, volviéndolos poco a poco racionales.

¿Por qué vienen a nosotros esos pensamientos negativos?

Como nos recuerda nuestro psicólogo, nadie nace con una tendencia a pensar de forma positiva o negativa, sino que, todo, suele ser fruto de nuestras experiencias y la comunicación que tenemos bien pequeños con nuestros padres. "Lo que nosotros recibimos de pequeños es importantísimo, la forma que tienen de comunicarse con nosotros ocasionará cómo en el futuro nos hablaremos a nosotros, nuestras creencias, nuestros pensamientos..." explicaba Pedro Martínez.

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Por eso, recomienda a los padres que piensen bien cómo le hablan a sus hijos, porque pueden causarles "ideas irracionales que les van a marcar toda la vida".