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Bellísima jornada de sol y nubes que enfila una Semana Santa que irá mejorando paulatinamente y que acabará con un tiempo excelente, como nos anunciaba ayer Jorge Olcina. Para verlo, eso sí, desde la ventana y los balcones, no se os ocurra desplazaros, que nos hemos convertido en verdaderas bombas biológicas los unos para los otros y a los insolidarios que rompen el confinamiento los multan a base de bien.

Ya habéis escuchado a Iván Alonso. Seguiremos, en casa, hasta bien entrado mayo, porque sin duda seguirá al recién anunciado confinamiento, al menos otro. A partir del 26 de abril, sin embargo, sí cabe pensar que terminará el parón productivo y que al menos parte de la empresas volverán a trabajar, ya veremos cuáles. También que se relaje quizá algún detalle del aislamiento de la población general. Tal vez el que los niños puedan salir acompañados a tomar el aire. Merece la pena un esfuerzo más, en eso hay que dar la razón al presidente, porque los datos en España parecen imitar a los de Italia, donde ya ven el rayito de esperanza.

Pedro Sánchez hizo ayer uso de toda su capacidad emotiva en la comparecencia de mediodía, donde alguna de las tomas lo muestran casi a punto de echarse a llorar. Luego examinaremos lo que algunos caracterizan como exceso gestual. Sus palabras también estaban escogidas. En estos momentos históricos, nuestro jefe de Gobierno elige los más altos modelos de la historia de la política y la oratoria y nos recita frases, prácticamente literales, de los más grandes líderes de la Historia. Lo que ocurre es que olvida citarlos. Y son demasiado grandes para que no los conozcamos.

Cuando Gran Bretaña declaró la guerra a los nazis, Winston Churchill, primer ministro inglés, se dirigió al país con un discurso en el que instaba a la población, sin hipocresías ni lenitivos, a sufrir. La afición por el premier británico es grande, porque ya había parafraseado otra expresión señera el pasado día 17. Su famosa arenga repitiendo “lucharemos, lucharemos, lucharemos, Sánchez cambió lo de luhcarmeos por resitiremos, que iba más con la canción del dúo dinámico.

“PREGUNTAD QUÉ PODÉIS HACER POR VUESTRO PAÍS”

Y ayer repitió este esquema, eligiendo esta vez la expresión central del grandioso discurso presidencial de Kennedy, que pasa por un modelo de oratoria. “Preguntad –dijo el norteamericano- no qué puede hacer vuestro país por vosotros, preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país”.

Hay que ver el nivel de lecturas al que recurre el asesor presidencial, Iván Redondo, estos días, el mismo que puso gafas de sol al presidente en su avión. Tal vez por eso sus referencias a la Historia española son también las más altas. En un momento de franca dificultad con la oposición, cuando el Ejecutivo gobierna con Podemos, cuando menos polémicamente, y apenas ha comenzado a llamar al PP, a Cs o a VOX para anunciarles, que no para consultar, sus decisiones, ayer habló nada más ni nada menos de unos nuevos Pactos de la Moncloa, los acuerdos fundacionales de la transición.

La calle, sin embargo, no acaba de ver la relación entre Churchill, Kennedy y Pedro Sánchez, y ayer se escuchó en muchos lugares de España a las 21.30 otra cacerolada contra el Gobierno.

MALESTAR DEL PERIODISMO POR LAS RUEDAS DE PRENSA

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Tampoco los periodistas vemos lo de Churchill ni Kennedy, porque acabamos de rebelarnos contra la censura de las ruedas de prensa que estos días, aprovechando el estado de alarma está haciendo el Gobierno. Más de 500 periodistas hemos firmado un manifiesto titulado “La libertad de preguntar” denunciando que el secretario de Estado Miguel Ángel Oliver está seleccionando las preguntas que se envían a la rueda de prensa por vía telemática, impidiendo la libertad de prensa.

La revuelta fue acaudillada por ABC y ha sido secundada por las asociaciones de prensa y por la FAPE, la federación nacional. A partir de ahora, los redactores de numerosos periódicos, ente ellos ABC o EL MUNDO, VOZ POPULI, OK DIARIO O LIBERTAD DIGITAL han decidido iniciar una huelga de preguntas. No se enviarán cuestiones a la cita porque la práctica de Moncloa emula la de las dictaduras china o rusa.

DISGUSTO DE LOS EMPRESARIOS

Y disgusto también el de los empresarios, que ha pedido a Sánchez que suspenda el pago de impuestos a las empresas más golpeadas por la crisis. CEOE y CEPYME piden también la ampliación del tramo de avales bancarios de 20.000 a 50.000 millones

Y mientras la nación entera lucha contra el coronavirus Esquerra Republicana y Bildu han presentado en el Senado una propuesta para despenalizar las injurias a la Corona y los ultajes a España que recoge el Código Penal. El BOE ha publicado la proposición de ley. Que determinadas personas sean partidarias de desmontar la constitución y el Estado de Derecho y reclamar la independencia es comprensible, aunque no se comparta. Que aprovechen ahora, cuando el país está desarbolado, confuso y extenuado, es simplemente mezquino.