La madre de Cristina visita el programa para dar testimonio directo de cómo fue el bombardeo de Hamburgo, conocida como Operación Gomorra. Provocaron al menos 42 600 civiles muertos y más de 37 000 heridos y la destrucción de gran parte de la ciudad.

Ingerborg Schlichting se acuerda bien de aquello, también porque lo vivió de primera mano y es algo de lo que no es fácil olvidarse: “En el 43, mi abuelo se encontraba en el hospital y mi abuela sola en su casa. Eran muy mayores los dos. Al día siguiente del bombardeo mi abuela desapareció. Cada vez eran más fuertes y cada vez había más víctimas. Nos tuvimos que ir a un pueblo a ver si los aldeanos nos acogían. De camino hacia allí, tuvimos que dormir en el campo y comer conejo. En el pueblo, al día siguiente, nos repartieron por las casas. Era puro campo, todos agricultores”.

“Los bombardeos se seguían viendo, el cielo estaba todo rojo, como un amanecer artificial. Utilizaban bombas de fósforo. Regresamos a Hamburgo nos encontramos la casa medio derruida, los techos colgaban, los cristales estaban reventados” comenta la madre de Cristina. “Fue peor que el coronavirus, a mi abuelo no lo volví a ver, nunca tuvo un entierro digno. Había que enterrar a los muertos en fosas comunes. El nombre del abuelo nunca quedó registrado, en una losa grande se recoge el nombre de los barrios más afectados”.

Escucha la entrevista completa con Cristina López Schlichting en Fin de Semana.