Álex va en bus a Milán para ver el Inter - Barça de Champions y desvela lo que se gasta: "Más barato que ir a Montjuic"

Cuando el FC Barcelona salté esta noche al césped del estadio Giuseppe Meazza para medirse al Inter, no lo hará solo. Junto a los de Hansi Flick, un pequeño ejército de seguidores azulgranas habrá atravesado media Europa por carretera para empujar desde la grada en una noche que puede marcar un antes y un después. Entre ellos está Álex, un aficionado culé que ha decidido hacer las maletas —y las mochilas— y subirse a uno de los cinco autobuses que han salido desde Barcelona rumbo a Milán.

"Una locura con toda la esperanza  

"Salimos a las nueve y media, llevamos tres horas y hemos parado a cenar un poco y andar. Llegaremos sobre las siete", contaba Álex en directo en El Partidazo de COPE con Juanma Castaño, mientras el autobús atravesaba la frontera rumbo a Italia. Aunque al principio del viaje hubo cánticos y ambiente festivo, pronto el cansancio se impuso: "La gente está sobada", comentaba entre risas.

El plan no es improvisado. Forma parte de una logística montada por varias peñas y grupos de seguidores del Barça, que han preferido esta opción por una razón muy clara: el precio. “La entrada nos ha costado 60 euros y el bus, 160. Nos ha salido más barato ir a Milán que ir a Montjuic”, explicaba Álex, destacando el elevado coste que suele implicar acudir a partidos de Champions en casa. Un dato que revela no solo el entusiasmo por estar en una semifinal europea, sino también las dificultades que encuentran muchos aficionados para seguir a su equipo sin arruinarse en el intento.

16 años después del 'Iniestazo'  

El duelo ante el Inter tiene un sabor especial para cualquier aficionado culé. Dieciséis años después del mítico gol de Andrés Iniesta en Stamford Bridge que dio paso a la final de Roma, el Barça regresa a un escenario grande en busca de un nuevo billete para la gloria. Tras el 3-3 de la ida en el Estadio Olímpico Lluís Companys, todo se decidirá esta noche en San Siro.

El equipo de Flick llega con bajas sensibles —sin Koundé ni Balde—, pero también con buenas noticias como la recuperación de Robert Lewandowski y la presencia de jugadores clave como Lamine Yamal, Pedri o Cubarsí. El reto es inmenso: lograr la primera victoria fuera de casa en una vuelta de semifinales desde 2011, año del recordado triunfo.

El Inter, por su parte, quiere repetir la hazaña de 2023 y regresar a una final de Champions. Lo hará con casi todo su arsenal disponible, incluido Lautaro Martínez, que podría llegar justo tras su lesión. El técnico Simone Inzaghi confía en un once de gala que incluirá a Dumfries, Thuram, Calhanoglu y Sommer, entre otros.

Mientras tanto, en algún punto de la autopista entre Lyon y Turín, Álex intenta dormir un poco con el nerviosismo a flor de piel. “A ver si puedo, con los nervios no se sabe...”, decía. Y entre risas, remataba: “El bus tiene baño, por cierto. Cuando fuimos a Sevilla con el AVE, sí que nos pusieron el himno del Barça. A ver si ahora también lo ponen al llegar”.

Este martes a las 21:00, toda la esperanza de los culés viaja en autobús y se sienta en las gradas del Meazza. Como en 2009, el Barça necesita una noche mágica. Y sus aficionados ya han puesto de su parte.