La editorial Palabra publica el libro 'San Juan Pablo II Magno',unas páginas que guardan una conversación entre el italiano Luigi María Epicoco y el Papa Francisco sobre su predecesor. En él se recopilan muchos datos sobre la vida del papa y también sobre su relación con el Pontífice actual.

En este libro se pueden encontrar unos "cuantos trazos biográficos, pero sobre todo, va marcado por una entrevista al Papa Francisco propósito de Juan Pablo II", explica el traductor de laobra José Ramón Pérez Aranguena. Entre sus páginas, "lo que se detecta es que el Papa conoce muy de cerca al santo".

Algunas de las anécdotas que se cuentan son por ejemplo "la primera vez que se vieron físicamente Juan Pablo II y cómo conocio a Bergoglio en un viaje a Argentina. Luego se encuentran como obispo auxiliar, como arzobispo y ya cuando le nombra cardenal". La fotografía que presenta la tapa del libro es precisamente "el abrazo de San Juan Pablo II al neocardenal Bergoglio, al que se le ve mucho más joven claro".

Una de las conclusiones que se sacan de esta publicación es esa "renovacion en la continuidad" siendo "cada papa, cada papa. Pero se ve que hay una perfecta continuidad y un cariño real que se nota entre ellos. Cariño de conocimiento y de afecto a un antecesor, al que le debe todos sus nombramientos".

El Papa Francisco se reconoce 'hijo' de la acción de San Juan Pablo II. El santo, "tiene tres encíclicas sociales muy importantes y estas, tienen una trascendencia de su tiempo. Hay una perfecta continuidad y aplicada al día de hoy". El Papa Francisco ha dado gran importancia durante su pontificado a la misericordia, algo que demuestra que "conoce bien a san Juan Pablo II. Es Juan Pablo II quién empieza a explicar la misericordia, trayendo la figura de santa Faustina que lo comienza y lo concluye. El colmo es cuando fallece en la víspera de la fiesta de la Divina Misericordia". No es casualidad que "su beatificación y su canonización se produjeran ese día".

Otra de las similitudes entre ambos papas es por ejemplo la importancia que han dado a la iterreligiosidad. En san Juan Pablo II destaca "la primera visita a la sinagoga de Roma, los encuentros con los musulmanes... hubo todo un diálogo interreligioso y a parte ecuménico con todos los cristianos". El entonces papa consideraba que "hay que establecer unas relaciones por lo menos de sintonía humana. Hay precedentes en Pablo VI y Juan XXIII y que continúa ahora con Francisco".