Hoy en 'El Espejo' hemos hablado con la primera catedrática de literatura árabe cristiana. Es Pilar González Casado que, además, es madre de tres hijos. Doctora en Filología árabe imparte clases en la Universidad de San Dámaso. 

Lo primero que aclara la catedrática es que "se tiende a identificar lo árabe con lo islámico". Ese es el primer error. González Casado explica que la literatura árabe cristiana procede de los cristianos que, con la llegada de los musulmanes, "se arabizaron". Eso quiere decir que escriben y comienzan a componer en árabe. 

La catedrática encontró su vocación gracias a la providencia. Formada en las universidades autonóma y complutense, conoció la Institución Diocesano de Filología clásica y oriental de San Justino. Con ese camino, profundizó en sus conocimientos sobre las lenguas antiguas. Ahora domina lenguas como el copto o el siriaco, no al alcance de muchos. 

¿Qué tiene que ver este talento con un cristiano corriente? "La literatura árabe-cristiana tiene un papel fundamental y destacado en el patrimonio cultural cristiano", responde. Esa literatura forma parte de la historia del cristianismo y, como tal, tiene mucho que aportar, según la catedrática, a los cristianos occidentales. 

"Es el testimonio de cómo el cristianismo ha seguido vivo a lo largo de los siglos en la que llega un momento en el que no es mayoritario. Muestra cómo, ante un desafío, los escritores cristianos se replantean su identidad y ven reforzada su fe", afirma. 

Los alumnos de Pilar González Casado son variados. "Una parte son seminaristas, futuros sacerdotes. La mayoría están preocupados por la relación entre el cristianismo y el Islam". Las madres de familia o personas con otros trabajos completan sus aulas. En un área tan específica, Pilar asegura que va a seguir investigando porque un profesor "siempre tiene que estar buscando respuestas".