La Corte de Casación francesa ha confirmado la absolución e inocencia del cardenal Philippe Barbarin tras ser acusado de encubrir abusos sexuales cuando era arzobispo de Lyon. Recordemos brevemente la historia: en 2019, el cardenal fue condenado por un tribunal francés por no denunciar los casos de pederastia de un sacerdote de su diócesis, sentencia que el cardenal apeló, y en enero de 2020 resultó absuelto. A pesar de ello, Philippe Barbarin presentó su renuncia para permitir que se abriera una nueva etapa en la archidiócesis de Lyon, enrarecida por las discusiones mediática en torno a su pastor.

Aun así, su periplo por los tribunales aún no había finalizado, ya que se presentó un ulterior recurso contra su absolución, argumentando su supuesta inactividad frente a las denuncias contra un sacerdote. Ahora, la Corte de Casación ha ratificado la inocencia del cardenal tras demostrar que esas acusaciones eran falsas, ya que abrió una investigación sobre el sacerdote en cuestión después de conocer los hechos. Uno de los abogados de Barbarin ha comentado que esta absolución confirma que no era correcto usar al cardenal como chivo expiatorio para que purgue “todos los pecados de una institución”.

Al aceptar su renuncia, el Papa pidió al cardenal que estuviera disponible para misiones en países de Oriente Medio que conoce bien, como Irak, el Líbano o Israel. Barbarin aceptó gustosamente esa invitación, mientras se trasladaba a un convento de las Hermanitas de los Pobres en Bretaña, donde sirve como capellán. A petición del arzobispo de Rennes, imparte también clase en el seminario.

En su última entrevista antes de dejar Lyon se había preguntado ¿quién va a renovar la Iglesia? “No somos nosotros y nuestras reflexiones sobre los cambios estructurales, si Jesús estuviera realmente vivo y vibrante en los corazones de los cristianos, cambiaría todo en la vida de la Iglesia”.