La Iglesia en Filipinas celebra el 5º centenario de la evangelización del archipiélago. Y coincidiendo con esta fiesta, la Providencia ha querido que tengamos en España por primera vez, un Nuncio Apostólico nacido en Filipinas. Y en los micrófonos de El Espejo de la Cadena COPE, José Luis Restán ha podido charlar por este motivo con Mons. Bernardito Auza.

Respecto a su nueva labor en España, el nuncio apostólico asegura que está "muy agradecido por este nombramiento del Santo Padre. Para mí es un gran privilegio, tengo muchos lazos con España. En las Filipinas jamás he hablado español", comenta Auza, "no hablamos los filipinos como los latinos. Pero para mí es providencial, y también la Iglesia en Filipinas siempre está agradecida a lo que los misioneros españoles nos enseñaron. Nuestras raíces más profundas están aquí en España".

Mons. Bernardito Auza explica también el porqué del arraigo profundo de la fe en su país, a pesar de que no haya cuajado en todo su entorno: "Es providencial. Se debe a esta gran, rápida y no sangrante difusión de la fe en Filipinas. Leyendo crónicas sobre los primeros encuentros con los filipinos, fueron encuentros de amistad y de confianza. Los nativos en su sistema de creencias ya prácticamente estaban preparados para ese encuentro con la fe y el mensaje del cristianismo. Puede ser una de las explicaciones más probables a este fenómeno. En Filipinas hubo muchos misioneros que también partieron hacia Asia donde fueron martirizados. Filipinas era mucho más pacfica".

Los misioneros tenían contactos muy estrechos con la gente

"Es verdad que el hecho de que los misioneros -con mucho esfuerzo- hablaran los dialectos de aquí, que la catequesis que la gente recibía fuera en su propia lengua... ayudaron a recibir el mensaje. Esta inculturización, pienso que fue determinante. Los misioneros tenían contactos muy estrechos comparado con los administradores de la corona. Eran prácticamente alcaldes, entonces los servicios públicos eran de la Iglesia, la educación... Esa gran presencia de la Iglesia en todas las islas, explica porqué la fe está tan enraizada en nuestra vida".

La Iglesia y la fe está presente de una forma característica en Filipinas: "La responsabilidad social de la Iglesia durante la epoca del dictador, la Iglesia tuvo que asumir un papel tan evidente que la Iglesia hablaba de las cosas políticas. Porque el sujeto de estas cuestiones es el hombre, por ello la Iglesia también tiene interés en estos campos. En una época en la que no había oposición política, la Iglesia prácticamente asumía esta parte también. La voz contra la injusticia y un régimen dictatorial estaba asumida por la Iglesia. Este papel continúa también ahora".

Respecto al futuro de la Iglesia en su país, Auza destaca una de sus señas de identidad: "Los filipinos aman cantar en las misas. Son más largas que las misas normales pero las prefieren. Las misas cantadas son de las obras más convenientes para la gente. Que cante toda la congregaciói. Esperamos poder conservar este rasgo de la fe, que es la alegría de la fe. Es normal, porque la alegría es la mejor expresión de la convicción de la persona. La persona es alegre por lo que tiene y quiere compartir".