Por razones diversas los precios en origen de los cítricos y de los pepinos están por los suelos. Pero es que, además, muchas partidas de naranjas y mandarinas están literalmente por los suelos, porque no se recogen a la vista de esos precios ruinosos. En el caso de los pepinos, en Almería y Granada se han tirado y destruido muchas toneladas de este producto.

¿Por qué motivo, cuando bajan tanto los precios en origen, no bajan también en destino en el momento en el que los consumidores vamos a comprarlos?

Que yo sepa, ni la organización Interprofesional Intercitrus, ni el Gobierno Central, ni los Gobiernos autonómicos de las zonas productoras se han puesto manos a la obra y han organizado una campaña puntual para promover el consumo de estos productos, que tantos beneficios aportan a nuestra salud. Si no salen a la palestra en ocasiones como la actual, ¿para que sirven? Además, ¿por qué motivo, cuando bajan tanto los precios en origen, no bajan también en destino en el momento en el que los consumidores vamos a comprarlos? Otra pregunta, ¿cómo es posible que algunas cadenas estén vendiendo en plena campaña española cítricos procedentes de África del Sur? Pero quejas aparte, pongamos nuestro granito de arena: compren y consuman cítricos españoles; su bolsillo se lo debería agradecer y seguro que su salud también.