Chin es una señora de 93 años que ha cumplido su sueño de volar en parapente. Los monitores no la creían capaz de dar el salto hasta que la vieron con los arnés puestos.
Esta anciana aventurera se ha tirado al vacío desde 1.000 metros de altura y ha disfrutado como una niña pequeña. La mujer se ha mareado un poco durante el descenso pero no ha dudado en tomar fotografias del momento para recordar su bonita aventura. Además, los 20 minutos de descenso no le han parecido suficientes y ha reiterado que está dispuesta a repetir la experiencia.
Nunca antes una mujer de su edad había volado en parapente en Taiwan. Queda claro que los sueños no tienen edad y siempre que tengas ilusión se pueden cumplir.