El Ayuntamiento de Barcelona ya tiene en su poder las obras legadas por el industrial Julio Muñoz Ramonet, que las dejó en herencia a la ciudad tras su fallecimiento en 1991 y que el Tribunal Supremo obligó a sus hijas a entregar en una sentencia de 2002.

El consistorio ha anunciado esta mañana a través de un comunicado un acto de presentación de las nuevas pinturas recuperadas, "algunas de las cuales pertenecen a la colección Bosch Catarineu", precisa el ayuntamiento, un conjunto que Muñoz Ramonet adquirió en 1950.

Las obras, cuyo número ni identidad han podido ser precisadas por fuentes municipales, han llegado a primera hora de la mañana a la sede de la Fundación Muñoz Ramonet, controlada por el Ayuntamiento, en el palacete de la calle Muntaner, e inmediatamente los técnicos han procedido al desembalaje e identificación.

Inicialmente, en el conjunto de veinte obras que las hijas del industrial debían entregar figuraban una obra atribuida a Berruguete, varias tablas góticas de los siglos XV y XVI, un cuadro de Antonio Caba y otro de Ernest Santasusagna.