En marcha las deliberaciones para elegir al Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2018. 38 candidaturas de 17 nacionalidades optan a suceder a los descubridores de las ondas gravitacionales, que recogieron el galardón, en el Teatro Campoamor de Oviedo, en octubre de 2017.
Con su habitual hermetismo, los miembros del jurado sólo han confirmado que predominan las candidaturas extranjeras y masculinas, con representación de disciplinas como la física, la química y la biología.
Pero los miembros del jurado están pendientes, también, de la formación del nuevo Gobierno de España, con una petición a Pedro Sánchez: que apueste por la ciencia. Muchas voces, como la del rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, piden una cartera específica.
Cristina Garmendia, que fue ministra de Ciencia e Innovación con Zapatero, cree que "no es un tema de ministros, sino del presidente, que marca el modelo que queremos para el país", aunque asume que "cuanto más enfocadosea el Ministerio, más fuerza tendrá en el Consejo de Ministros".
"En la práctica, estamos financiando la ciencia americana", dice el investigador del CSIC, Ginés Morata, que cree que "los españoles somos tan buenios como los demás, o mejores en elgunos aspectos, y si embargo, los mejores talentos que formamos van a producir a Estados Unidos e Inglaterra, y no pueden volver, aunque quieren hacerlo". Por eso, pide "mayor sensibilizacion e inversión" en ciencia y conocimiento.
La matemática Clara Grima, que se estrena en el jurado, comparte las tesis de sus compañeros: "A ver si nos damos cuenta de que el futuro del país no depende del ladrillo y el turismo, aunque nos quieran vender esa idea; sólo hay que mirar a nuestro alrededor, ver qué países son ricos, y saber cuánto dinero le dedican a la investigación científica y tecnológica y cuánto, al ladrillo y al fútbol".