El médico de Murcia que este martes era encontrado muerto por su esposa en la entrada a la vivienda en la que residen falleció como consecuencia de las numerosas puñaladas que le asestó, presuntamente, su hijo, algunas de las cuales afectaron a zonas vitales, como el cuello.

Fuentes cercanas al caso han dicho a Efe que como consecuencia de los cortes producidos, supuestamente, por el arma blanca recogida en la escena del crimen, el fallecido sufrió una gran hemorragia, lo que le provocó un shock hipovolémico al quedarse sin riego sanguíneo órganos vitales, provocándole finalmente la muerte.

Las fuentes consideran que de ser cierto lo declarado por el autor confeso del hecho al entregarse a la Guardia Civil de Liétor (Albacete), que fijó el apuñalamiento en las 5:20 horas, la víctima permaneció herida de gravedad durante casi tres horas, hasta que fue descubierto por su esposa ya sin signo vital alguno.

Fue ésta precisamente la que, extrañada por el largo tiempo transcurrido desde el momento en que, como hacía todas las mañanas, había sacado a pasear al perro, fue en su busca, y se lo encontró en la entrada del inmueble, ubicado en las inmediaciones de otro edificio donde residía el hijo.

Por otra parte, tras su entrega a la Guardia Civil y su posterior traslado a la Jefatura Superior de Policía de Murcia el detenido, H.V., fue atendido este martes de sus lesiones, producidas, según aseguró, durante el forcejeo que habría mantenido con su progenitor y de las que él mismo se había hecho una primera cura con el botiquín que solía llevar en su coche.

Así mismo, este miércoles ha sido trasladado a la Unidad de Psiquiatría de un hospital de Murcia para ser examinado de su estado mental y poder determinar si sufre algún tipo de anomalía que anula o altera sus facultades volitivas e intelectivas.

La esposa sospechó de su hijo

La esposa del médico de Murcia que este martes apareció muerto a puñaladas en la entrada a su vivienda sospechó desde el primer momento de su hijo, que poco después se confesaba autor de los hechos ante la Guardia Civil de Liétor (Albacete), donde fue detenido cuando tenía en su poder dos pistolas de aire comprimido y un cuchillo.

Así lo manifestó a los funcionarios policiales que acudieron a la vivienda, situada en la calle Infanta Cristina, y que la encontraron junto al cuerpo sin vida de su marido, José Antonio Villegas, especialista en medicina del deporte y que yacía en una gran mancha de sangre, según ha sabido Efe de fuentes cercanas a la investigación.

Fue precisamente la esposa, sorprendida de que no volviera a casa varias horas después de haber salido a pasear al perro, la que bajó a buscarlo y se encontró con el cuerpo en la entrada del edificio.

Dada la hora en que el fallecido solía bajar a la calle a diario para sacar a la mascota y a que el detenido, H.V., de 34 años, aseguró que el apuñalamiento se produjo minutos después de las cinco de la mañana, se considera que el mortal apuñalamiento se pudo cometer cuando el médico no había llegado a salir del edificio.