El barco del Real Murcia se hunde: derrota humillante ante un Ibiza con diez y el Enrique Roca estalla contra Etxeberría

El Real Murcia se desangra. En una tarde que debía servir para reencontrarse con su afición y reaccionar tras un inicio de liga decepcionante, el conjunto grana volvió a mostrar todas sus carencias. El Ibiza, con un jugador menos desde el minuto 9, se llevó una victoria cómoda (0-2) del Enrique Roca ante un rival sin ideas, sin pegada y, sobre todo, sin rumbo. 

Joseba Etxeberría apostó una vez más por el sistema de tres centrales, el mismo que no le ha dado ni una sola victoria desde que lo puso en práctica. Los cambios en el once —con Isi Gómez por el sancionado Sekou y Juan Carlos Real por Joao Palmberg— no alteraron el guion de un equipo que deambula por la Primera Federación como un alma en pena. 

La expulsión que no cambió nada

El partido parecía ponerse de cara para los granas muy pronto. En el minuto 9, Del Pozo veía la segunda amarilla tras dos duras entradas a Moyita y David Vicente, dejando al Ibiza con diez jugadores. Sin embargo, lejos de aprovechar la superioridad, el Real Murcia se mostró indeciso y sin capacidad para generar peligro.

El golpe más duro llegó en el minuto 30, cuando, tras revisar el FVS el colegiado señaló penalti de Alberto González. Fede Vico no perdonó desde los once metros y puso el 0-1. A partir de ahí, los nervios se apoderaron de un Murcia que, más allá de la posesión, fue incapaz de poner en apuros a Ramón Juan, espectador de lujo en la portería visitante.

La primera parte concluyó con una sonora pitada de los 14.120 aficionados presentes, un reflejo del hartazgo que se vive en la grada. Los abucheos acompañaron a los jugadores al vestuario, mientras el nombre de Etxeberría era silbado con fuerza cuando fueron anunciadas las alineaciones antes del comienzo del partido. 

El segundo acto un espejísmo

Tras el descanso, Etxeberría movió el banquillo y cambió el sistema, dando entrada a Pedro Benito y Joao Palmberg. El arranque del segundo tiempo pareció anunciar un cambio, incluso con una acción sobre Moyita que el FVS revisó sin señalar penalti. Pero fue solo un espejismo.

En el minuto 52, Unai Medina, aprovechando un error de la zaga grana, firmó el 0-2 con un potente disparo desde fuera del área que sentenció el choque y apagó cualquier esperanza local. Desde entonces, el Murcia fue un equipo roto, desbordado y sin ideas. La afición, desencantada, despidió al equipo entre protestas y cánticos pidiendo la dimisión del técnico. 

una crisis sin freno

Con esta derrota, el Real Murcia suma solo 6 puntos de 24 posibles, con 5 goles marcados en 8 partidos y hundido en puestos de descenso. Los datos son demoledores y las sensaciones aún peores.

El pasado viernes, el presidente Felipe Moreno ratificó públicamente la confianza en el cuerpo técnico, pero tras el descalabro ante el Ibiza la situación parece insostenible. La paciencia se agota en el Enrique Roca y todo apunta a que la continuidad de Etxeberría pende de un hilo.  La afición realizó la mayor protesta que se recuerda en los últimos años con gritos pidiendo también la dimisión del director deportivo, Asier Goiria, al que consideran el máximo responsable. Los jugadores permanecieron, liderados por su capitán, Pedro León, varios minuto sobre el terreno de juego soportando las protestas de la afición. 

un futuro incierto

El próximo domingo, el Murcia visitará al Eldense, que acaba de destituir también a su entrenador. Un duelo entre dos equipos en crisis y con los banquillos en la cuerda floja. Pero en el caso del conjunto grana, el diagnóstico es claro: el equipo está roto, sin confianza y sin respuestas.

La grada lo sabe, y su mensaje fue rotundo: “Fuera, fuera”.