Hace siglos no había sillas y por ello, la mayoría de los murcianos, muchos de ellos huertanos, debían ver mayoritariamente los desfiles procesionales de pie. Solamente se colocaban unas tribunas especiales para los denominados señores del concejo de esa época.

Como destaca en COPE MURCIA, el cronista oficial de Murcia, Antonio Botías, existen muchas crónicas escritas sobre la Semana Santa murciana. En ella, se destaca el fervor y la pasión por algunas imágenes, que ya en esa época, aglutinaban a muchísimos fieles en su entorno.

Una de ellas, es la del Cristo de la Sangre. La imagen que sale del Barrio del Carmen, siempre ha estado ligada a la huerta y a las pedanías. Por ello, como reseña Botias, en esa procesión del Miércoles Santo salen junto al Cristo muchísimos pedáneos de Murcia.

También es muy querida desde hace siglos la imagen del Cristo del Perdón, que procesiona el Lunes Santo. Antes de la procesión, destaca su besapié multitudinario. El origen de esta singular cofradía, radica en el gremio de los torcedores de la seda o sederos.