El equipo de Gobierno (PSOE-CS) e IU llevarán al pleno municipal del 27 de julio una moción conjunta para iniciar la modificación puntual del plan general municipal de ordenación (PGOM) que regule que las granjas de porcino no podrán ser construidas a menos de 1.500 metros de los núcleos habitados de las pedanías, de los colegios y de los centros médicos.

Una vez que se apruebe esa moción quedarán en suspenso todas las licencias de construcción o ampliación de granjas porcinas que pudieran estar afectadas por el cambio normativo, cuya tramitación podrá prolongarse entre tres y nueve meses, según ha dicho el concejal de Urbanismo, José Luis Ruiz.

El edil espera que esa moción sea resultado del máximo consenso, para lo que el lunes ha vuelto a convocar a los representantes del sector ganadero (COAG, UPA, ACEGA, AGAPA y ADESPOLOR) y también el lunes o el martes se celebrará una mesa de diálogo con las plataformas vecinales.

Al respecto de esa negociación el PP ha afirmado que los ganaderos han “tumbado” la intención del equipo de Gobierno de celebrar un pleno extraordinario el 23 de julio para suspender las licencias y ha señañao que la presión del sector ha obñigado al consistorio a reitrar una moción inicial en la que se contemplaba que el alejamiento de 1.500 metros sería para todas las granjas y no solo para las del porcino.

El portavoz del PP, Fulgencio Gil, lo ha considerado “un triunfo del sentido común frente a la actitud temeraria del equipo de Gobierno”, al que ha acusado de “intentar destrozar al sector ganadero”.

La concejala de IU Gloria Martín, ha pedido al PP que respete la mesa de diálogo entre vecinos y el sector ganadero y “que se aparte de la mentira y la demagogia extrema” y ha lamentado la actitud “incendiaria” del partido de Gil al señalar que el cambio de la norma sería la “sentencia de muerte” del sector ganadero.

Martín ha reiterado que el cambio en el PGOM sólo afectará a los cebaderos que se pretendan construir a menos de 1.500 metros de los núcleos rurales de pedanías y ha defendido la necesidad de armonizar el uso ganadero y residencial de los pueblos.