Lorca será sede de los Juegos Nacionales de Trasplantados 2025
El evento, que se celebra del 12 al 15 de junio, está organizado por la Asociación Deporte y Trasplante
Lorca - Publicado el
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Lorca se convertirá del 12 al 15 de junio de 2025 en sede de la décimo primera edición de los Juegos Nacionales de Trasplantados que reunirá a deportistas trasplantados, donantes vivos y personas en tratamiento de diálisis llegados de toda España.
Este importante evento deportivo está organizado por la ‘Asociación Deporte y Trasplante España’ con un doble objetivo: fomentar la práctica de la actividad física entre las personas trasplantadas como terapia para su rehabilitación; y rendir tributo a las personas donantes y a sus familias, ya que gracias a su solidaridad contribuyen a salvar vidas y a brindar segundas oportunidades a personas de todas las edades.
Este encuentro deportivo, que se celebra de manera bienal, contará con la participación de un centenar de personas y el calendario de pruebas incluye doce disciplinas deportivas diferentes: atletismo, bádminton, ciclismo, golf, minimaratón, natación, pádel, tenis, tenis de mesa, petanca, dardos y bolos; y triatlón virtual (tiempo acumulado en las siguientes pruebas: Mini maratón 5 km, ciclismo 20km ruta y natación 400 m estilo libre). Las categorías de los participantes se establecen según los tramos de edad, ya que se permite la participación de adultos (desde los 18 hasta +70) y menores (5 a 17 años). Entre las instalaciones deportivas que serán escenario de las diferentes pruebas figural el C.D. Ginés Antonio Vidal-La Torrecilla y el C.D. San Antonio.
En esta edición, la organización ha querido rendir especial reconocimiento a los deportistas trasplantados Juan Vicente del Álamo y Eva Inmaculada Fabregat, así como a los profesionales sanitarios implicados en el proceso de trasplante y a todos los trasplantados que, pese a las dificultades derivadas de su condición médica, representan un ejemplo de vida activa y resiliencia. La evidencia científica confirma que el ejercicio físico pautado y supervisado otorga beneficios reales y medibles a personas trasplantadas como la mejoras significativa de la capacidad cardiorrespiratoria o el aumento de fuerza y resistencia, lo que se traduce en una mejora de la calidad de vida, de la independiencia funcional y del bienestar emocional.