Cultura
Quién es Elena Aker: de los mejores auditorios a ser la reina musical de la calle
Su arpa llena de paz las calles de Cartagena, Murcia, Lorca o Valencia al tiempo que disfruta de los eventos de una forma muy diferente a la de sus inicios


Quién es Elena Aker: de los mejores auditorios a ser la reina musical de la calle
Murcia - Publicado el - Actualizado
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Hora punta en el centro neurálgico de Cartagena. Gente que sale a desayunar, otros que van de bancos, y muchos turistas se cruzan casi sin mirar. Unos pegados a los moviles, otros con la prisa de quien va justo de tiempo.El día a día. Y de repente...unos acordes de un instrumento elegante emergen para silenciar el ruido. La melodía es reconocible, porque quién no ha escuchado la banda sonora de la Bella y la Bestia. Pero está tocada con gusto, con delicadeza, con un arpa en un escenario improvisado. Paraliza con su arte y la belleza de su arpa y una sonrisa enorme. Recoge a cambio unas monedas, algún aplauso y la satisfacción de que su arte hace que los viandantes se paren y en un mundo de estrés es una burbuja de desconexión.
Cómo empezó a tocar en la calle
Toca en la calle, pero no es una historia de tristeza, sino la de una valiente como Elena. ¿Quién es esta chica con tanto talento? Nos acercamos a preguntarle y con su mejor sonrisa nos narra sus años de conservatorio a la par que realizaba sus estudios universitarios. No es sencillo el noble arte del arpa. Aprendió con los mejores.
Vamos años atrás en su historia, cuando se cansó de que los que mandan en el mundillo de la música se aprovecharan del talento de los artistas. Ella se rebeló. Rige su destino, desde que un buen día y en plena crisis del 2008 decidió salir a la calle. La llamaban poco y pasó de tocar en grandes citas a tocar en el Retiro "Sigo tocando, en el auditorio Nacional, en el Museo del Prado, en el Jardín Botánico incluso en el Romea de Murcia. Todavía me llaman, pero un día encerrada en casa casi un año necesitaba que me vieran. Decidió ir al Retiro, le daba vergüenza. La iban a ver como una mendiga, pero sabía que no era así. El flautista que le acompañó fue un desastre, porque dice que "no encontraba ni el agujero de la flauta y conseguí un dúo maravilloso con una violinista que tocaba con Laura Paussini y nunca más admitimos la tiranía y el abuso a los artistas en hoteles o auditorios"... era más feliz en la calle, porque la música es real y no encorsetada.

El arte como escaparate
Las calles de Cartagena, Murcia, Lorca o Valencia le dejan ser natural y feliz... muestra su arte y su luz arrastrando, cosa nada sencilla, su arpa hasta el centro " Es peor que hacer una tarta y tener que limpiar el destrozo en la encimera". Aunque su familia es vasca, llegó a la trimilinearia desde Madrid. Es feliz, aunque tocar en la calle su repertorio es solo un escaparate. Su intención es que la contraten para eventos, porque la calle es dura. Los músicos callejeros se sienten perseguidos y agobiados por las administraciones y dependiendo del clima se puede o no tocar. No quiere confesar cuánto dinero puede ganar, porque no le pongan un foco y porque cada día es distinto. Ella responde gracias a cada una de las monedas que le dejan. Vende sus cds y como persona actual acepta bizum. Su arte espontáneo es un disfrute para todos los sentidos. Apunten su nombre, Elena Aker ( Elenaaker.com).