Un oncólogo advierte de los síntomas que pueden indicar el riesgo de melanoma: "La regla abcde"

A medida que se acerca el verano, con sus días largos y soleados, crece también la exposición al sol. Este aumento de radiación ultravioleta (UV) no es inocuo para nuestra salud, especialmente para la piel, el órgano más grande y visible del cuerpo humano. Entre los distintos tipos de cáncer cutáneo, el melanoma destaca no por su frecuencia, sino por su agresividad y capacidad de provocar la muerte si no se detecta a tiempo.

 Afortunadamente, y como recuerda Pablo Cerezuela desde el Grupo Español Multidisciplinar del Melanoma y la Asociación Española Contra el Cáncer, la prevención y el diagnóstico precoz son nuestras mejores armas.

"El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en los melanocitos, las células encargadas de producir melanina, el pigmento que da color a la piel. Aunque puede aparecer en otras zonas del cuerpo (como mucosas o el ojo), el melanoma cutáneo es el más frecuente y, lamentablemente, el más letal entre los cánceres de piel".

Aunque representa un porcentaje pequeño respecto al total de tumores cutáneos, el melanoma es responsable de la mayoría de muertes por cáncer de piel debido a su alta capacidad de diseminarse a otros órganos si no se detecta de manera temprana.

factores de riesgo

España cuenta con un clima envidiable, especialmente en las regiones mediterráneas. Sin embargo, esta abundancia de sol, si se gestiona mal, puede volverse peligrosa. El principal factor de riesgo para desarrollar un melanoma es la exposición inadecuada y excesiva al sol, sobre todo sin protección, durante la infancia o mediante quemaduras solares intensas.

“Sabemos cuál es el agente causal en la mayoría de los casos: la radiación ultravioleta. Si sabemos cómo se genera, sabemos también cómo prevenirlo”, afirma el Dr. Pablo Cerezuela, miembro del Grupo Español de Melanoma.

Piel clara, ojos claros y cabello rubio o pelirrojo son factores junto a los antecedentes genéticos, una excesiva exposición solar y los lunares. En ellos hay que poner el foco y observar mucho.

También un sistema inmunológico debilitado puede desencadenar en mayores riesgos de tener melanoma.

La regla del ABCDE: es clave para la autoexploración  Uno de los recursos más eficaces para la detección temprana es la autoexploración. Permite identificar lunares sospechosos que deben ser evaluados por un médico:

A – Asimetría: una mitad del lunar no es igual a la otra.

B – Bordes: irregulares, dentados o poco definidos.

C – Color: varios colores o cambios de tonalidad en una misma lesión.

D – Diámetro: superior a 6 mm (aproximadamente el tamaño de un borrador de lápiz).

E – Evolución: cualquier cambio en tamaño, forma, color o síntomas (como picor o sangrado).

También es útil la llamada “regla del patito feo”: "si entre varios lunares uno destaca por ser distinto, conviene consultar a un profesional". A esto se suma la recomendación de fotografiar las lesiones con una regla como referencia y hacer un seguimiento cada tres meses.

En los últimos años, los médicos de atención primaria han recibido formación específica y herramientas como el dermatoscopio, un dispositivo que permite analizar las lesiones cutáneas con mayor detalle. Además, los sistemas de teledermatología permiten enviar imágenes a especialistas, acelerando el diagnóstico y reduciendo demoras. La prevención: una tarea de todos

El melanoma es, en gran medida, prevenible. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer se desarrollan campañas activas de concienciación en espacios públicos, como paseos marítimos y zonas de playa, donde se reparte crema solar y se informa a los ciudadanos sobre los riesgos del sol y los buenos hábitos de protección.

En Cartagena, por ejemplo, este fin de semana se celebra una iniciativa en colaboración con el club de fútbol sala local, el Jimbee Cartagena que dedicará uno de sus partidos a la concienciación sobre el melanoma. Se busca dar visibilidad a esta enfermedad y animar a la población a protegerse adecuadamente del sol. 

 Consejos para una exposición solar segura  

Evitar el sol entre las 12:00 y las 16:00 h.

Usar protección solar de amplio espectro (mínimo SPF 30), reaplicándola cada dos horas y después de nadar o sudar.

Utilizar ropa, gorras y gafas de sol que bloqueen los rayos UV.

No usar camas solares o cabinas de bronceado.

Hacer revisiones dermatológicas periódicas, especialmente si hay factores de riesgo.