El Banco de alimentos no tiene vacaciones

Es simplemente una utopía pensar que entidades como el Banco de alimentos de Cartagena pueda cerrar sus puerta en agosto. La solidaridad no debe irse de vacaciones, porque los más necesitados son cada vez más. El perfil del usuario que necesita ayuda para comer sigue creciendo con los trabajadores pobres, aquellos que teniendo trabajo no llegan a fin de mes y acuden a las diferentes ONGs para poder llevar alimentos a casa.

Desde el Banco en Cartagena celebran la implicación en la última recogida en Cabo de Palos de autoridades municipales y regionales y animan a las empresas y a la sociedad a seguir poniendo el granito de arena para poder llevar lo imprescindible a las familias que están en riesgo de exclusión social. Necesitan legumbres, conservas, y todo tipo de productos no perecederos. Especialmente se necesitan leche y aceite, pero también comida y leche para los más pequeños de la casa.

Cualquier cosa que necesita un familia se puede aportar a un Banco de alimentos que lo distribuirá entre las asociaciones. También se puede aportar cualquier tipo de productos de limpieza o higiene personal incluidos los necesarios pañales para los bebés. La actividad no cesa y también están intentando captar y ayudar a voluntarios mostrando que cuando una puerta se cierra se abren otras ventanas.