Seguramnete la res de pelo rojo haya sido el cliente más singular de este bar de la villa medieval de Rioja Alavesa. El susto que se llevó el personal del establecimiento fue soberano, aunque seguro que la vaquilla tampoco se hallaba. Desde luego que el momento se convirtió en la anécdota de la jornada festiva. El animal, que ya había intentado colarse en el bar en otras dos ocasiones, a la tercera lo consiguió al mover un puntal de la valla protectora. Por fortuna no hubo heridos porque no había clientes en ese momento, estaban disfrutando del encierro en la calle. Aunque lo cierto es que el paso del animal por el establecimiento dejó daños materiales en el almacén. Su estancia duró varios minutos.