Convivimos con nuestros electrodomésticos sin plantearnos, en muchas ocasiones, cómo funcionan. Parece algo mágico dar a un botón y que todo funcione pero hasta llegar a ello ha habido un largo recorrido. En COPE Euskadi hemos podido conocer el funcionamiento del frigorífico y algo de su historia gracias a Mikel Abadía, uno de los científicos del Museo Eureka de la Ciencia en San Sebastián. También nos contará curiosidades acerca de este electrodoméstico tan cotidiano.

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Sobre 1750, William Cullen, un físico escocés descubrió que ciertas reacciones químicas evitan que el calor se concentre en un área, implantando, sin saberlo, la base para la refrigeración tal.

A principios del siglo XIX, el ingeniero norteamericano Thomas Moore ideó una versión reducida y doméstica de las casas de hielo, una especie de cámara portátil que se enfriaba gracias a un sistema que utilizaba bloques de hielo. Oliver Evans, casi a la vez, diseñó (aunque no construyó), una máquina que usaba los procesos químicos que Cullen descubrió.

Ya en 1834 el científico Jacob Perkins fabricó y patentó el primer refrigerador plenamente funcional y que fue perfeccionado 10 años después por el galeno estadounidense John Gorrie, que buscaba bajar la temperatura de sus pacientes aquejados de fiebre amarilla.

El ingeniero alemán Carl von Linde patentó en 1876 el proceso para licuar el gas

Los primeros frigoríficos funcionaban gracias a refrigerantes líquidos como el éter, componente que fue sustituido por gas en 1876 gracias a Carl von Linden. Sin embargo, la presencia de elementos altamente tóxicos como cloruro de metilo o amoniaco, unido a las filtraciones de las cámaras que los contenían, produjeron accidentes domésticos de terribles consecuencias a principios del siglo XX. Sobre estos terribles sucesos también nos habla Mikel Abadía.