“Quieren que el campo desaparezca para dejar paso a las multinacionales”, denuncian los agricultores
En el Día del Mundo Rural, la tractorada de Álava y Treviño recorre Vitoria para exigir apoyo real desde las instituciones

Euskadi - Publicado el
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La mañana del 15 de mayo, Día de San Isidro Labrador y del Mundo Rural, las calles de Vitoria han vuelto a llenarse de tractores. La movilización, convocada por la asociación ATACA —Trevino y Álava por el Campo—, ha partido a las once desde el Buesa Arena y ha concluido con una concentración frente a la Subdelegación del Gobierno, donde han permanecido hasta las dos de la tarde. Aunque hoy también es jornada de misas y ferias por San Isidro, desde la organización se ha animado a quienes pudieran a sumarse a la tractorada, para visibilizar la situación del sector en un día tan simbólico.

Los tractores partían desde el Buesa Arena
Relevo generacional y abandono institucional
Desde ATACA denuncian que el modelo actual empuja al abandono del campo, favoreciendo que grandes empresas ocupen los espacios que dejan los agricultores. “Quieren que el campo desaparezca para dejar paso a las multinacionales”, aseguraban algunos de los manifestantes. Entre sus principales demandas destacan la necesidad de un relevo generacional real, ayudas efectivas para jóvenes que quieran incorporarse porque creen que "lo van a tener muy mal" y medidas que garanticen rentabilidad y calidad de vida en el entorno rural. También reclaman mayor compromiso institucional, tanto desde Euskadi como desde Bruselas, para evitar la desaparición del pequeño agricultor.

Tractores preparados para la concentración
Presión industrial, lluvias y desprotección
Otra de las quejas recurrentes ha sido la presión urbanística e industrial sobre los suelos agrícolas. Denuncian que muchos terrenos de cultivo están siendo destinados a infraestructuras o parques de energías renovables, después de haber recibido inversiones para su explotación. A todo ello se suma el impacto de las lluvias de las últimas horas, que han anegado campos y añadido más incertidumbre a las cosechas de esta campaña. Y, en el caso de la ganadería, sigue preocupando la falta de respuesta frente a los ataques del lobo, que dejan cada vez más bajas en rebaños de ovejas y caballos.
Con esta nueva protesta, el sector vuelve a pedir que se les escuche y se les tenga en cuenta en las decisiones que afectan directamente al futuro del medio rural. No quieren desaparecer. Lo que exigen es poder seguir trabajando la tierra sin que eso suponga una batalla diaria.