El pueblo vasco en el que está el castillo más bonito de Europa: cuesta 4 millones de euros y su propietario es alguien misterioso
Esta ubicación se encuentra a tan solo 20 minutos de Bilbao en coche y guarda una historia muy especial por su castillo

Este castillo guarda un secreto en él
Madrid - Publicado el
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El País Vasco no solo presume de paisajes verdes, playas salvajes y una de las gastronomías más reconocidas del mundo. También esconde verdaderas joyas arquitectónicas, algunas poco conocidas incluso para quienes viven cerca.
Entre ellas, destaca una que acaba de ser reconocida por National Geographic como el castillo más bonito de Europa. Pero lo más sorprendente no es su aspecto de cuento, sino el enigmático detalle que lo envuelve: su nuevo dueño ha pagado 4 millones de euros... y nadie sabe quién es.

El castillo de Butrón, en Gatica
EL CASTILLO DE BUTRÓN, A 20 MINUTOS DE BILBAO
A solo 20 minutos de Bilbao, en el tranquilo municipio de Gatika, se alza el Castillo de Butrón, una fortaleza gótica rodeada de más de 35.000 metros cuadrados de bosque. Su imagen impresiona desde el primer momento: torres puntiagudas, muros cubiertos de musgo y una silueta que recuerda a los castillos de los cuentos de hadas alemanes. No es de extrañar que la prestigiosa revista National Geographic lo haya situado en lo más alto de su lista europea.
Su ubicación, en plena naturaleza y sin grandes núcleos urbanos alrededor, le da un aire aún más mágico. Desde hace años, se ha convertido en una parada obligatoria para quienes visitan la zona, especialmente tras hacerse viral en redes sociales como TikTok o Instagram. Aun así, sigue siendo un destino tranquilo, casi secreto.
El origen del castillo se remonta al siglo XI, cuando la poderosa familia Butrón construyó una torre defensiva. Con el paso de los siglos y en plena época medieval, se convirtió en escenario de enfrentamientos entre clanes nobles del País Vasco, en las conocidas guerras de bandos. Fue en el siglo XIX cuando cambió por completo su aspecto: el marqués de Cubas, arquitecto y aristócrata, lo reformó siguiendo el estilo neogótico bávaro, el mismo que inspiró los castillos de Disney.
Desde entonces, el Castillo de Butrón dejó de tener funciones defensivas y se convirtió en una pieza de arte arquitectónico. Un castillo pensado para admirar, no para resistir asedios.
el problema: no se puede visitar por dentro
Pese a su fama, el castillo no se puede visitar por dentro. Actualmente está cerrado al público, aunque eso no frena a los miles de turistas que se acercan hasta sus puertas para contemplar su imponente presencia y pasear por los senderos que lo rodean. Desde sus colinas se divisan paisajes que cortan la respiración y, con un poco de suerte, incluso algún ciervo al fondo del bosque.
El castillo es propiedad de un multimillonario cuya identidad no se conoce
Eso sí, quienes quieran conocerlo en persona tendrán que darse prisa: el castillo va a ser sometido a reformas que podrían durar hasta dos años. Las obras buscan reforzar la fachada y evitar su deterioro. Mientras tanto, solo se podrá admirar desde el exterior… si no se cierra el acceso completamente durante el proceso.
A este aire de misterio se suma una historia reciente que alimenta aún más su leyenda. El castillo, hasta hace poco propiedad de una promotora inmobiliaria, ha sido vendido por 4 millones de euros. La cifra ya llama la atención por sí sola, pero lo más curioso es quién lo ha comprado: un multimillonario del que no se sabe nada. No se conoce su nombre, nacionalidad ni intención con el castillo. Lo único que ha trascendido es que lo quiere para uso privado.

Se trata de una parada muy recomendable
A diferencia de otros castillos convertidos en hoteles de lujo o espacios para eventos, el Castillo de Butrón permanecerá cerrado. Esta decisión ha causado sorpresa y hasta cierto enfado en la zona, ya que muchos esperaban que se convirtiera en un espacio accesible para el público. Pero también ha contribuido a reforzar su aura legendaria.
Aunque no se pueda entrar, visitar el Castillo de Butrón sigue siendo una experiencia única. Pasear por sus alrededores, imaginar las historias que esconden sus piedras o simplemente contemplar su silueta entre los árboles ya justifica el viaje. Además, su cercanía con otros lugares emblemáticos como San Juan de Gaztelugatxe o la costa de Urdaibai lo convierte en una parada ideal dentro de cualquier ruta por Vizcaya.