Los botellones traen de cabeza a la policía municipal más aún desde que empezó la pandemia porque elevan el riesgo de contagio. Cada fin de semana se suceden las imágenes de jóvenes que beben en grupos que rebasan el límite de personas permitido y sin mascarilla. Esta conducta se sanciona con una multa de 200 euros que llegó a casa de Carmen, una madre de Balmaseda que quería algo distinto para que su hijo aprendiese la lección. Así que propuso al ayuntamiento del municipio vizcaíno conmutar la multa por trabajos comunitarios.

A la iniciativa de Carmen se han sumado más progenitores en la localidad.El alcalde de Balmaseda, Aitor Larrinaga, ha explicado a COPE que la ordenanza municipal y la sanción administrativa permiten esa opción, conmutar la multa por trabajos sociales, siempre que se solicite por parte de las familias. Ya lo han hecho media docena y para sus hijos se reserva la tarea de limpiar junto a la brigada municipal las zonas de botellón.

Limpiar las zonas de botellón

"Hay varios varios padres que han pedido esta alternativa, cuando resolvamos todos los expedientes alrededor de media docena de jóvenes realizarán las tareas de limpieza, todos a la vez, por eficacia", ha explicado el regidor.

Larrinaga ha compartido en nuestros micrófonos cómo le llegó la propuesta de Carmen: "Pensaba que si pagaba la multa directamente ella se haría responsable y quien tenía que hacerse cargo era su hijo, para aprender la leccion y tomarse las cosas con más responsabilidad en el futuro".

La sanción administrativa contempla pena de multa y en un apartado de la ordenanza municipal se establece que esta puede ser sustuida por trabajos por la comunidad si así lo reclaman las familias de los menores infractores.