Un pediatra desvela las claves para afrontar los suspensos que lleguen a casa y evitar la bronca: "Quieren aprobar, aunque no estudien"
El experto Raimon Pèlach aconseja en COPE Navarra evitar los castigos, hablar en positivo y fomentar la confianza para reconducir la situación académica del menor

Pamplona - Publicado el
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La llegada del mes de diciembre suele ir acompañada de un periodo de exámenes y de entrega de notas que, en muchas familias, puede convertirse en una fuente significativa de tensión y problemas. En la sección Escuela de Familias de COPE Navarra, el pediatra Raimon Pèlach, miembro de la Asociación Navarra de Pediatría, ha dedicado un espacio a explicar esta realidad y a ofrecer una serie de pautas que pueden ayudar a los padres y madres a afrontar estas semanas de una manera más constructiva y positiva.
Su mensaje insiste en la importancia de que los adultos pongan el foco en el acompañamiento y en el apoyo emocional, evitando recurrir al castigo y apostando por un entorno que favorezca el diálogo y la comprensión.
Hablar en positivo, la primera clave
El primer consejo del experto es hablar en positivo. Pèlach subraya que cuando un menor suspende, un enfoque negativo como "ya te decía yo" es contraproducente. "Si encima él o ella está disgustado, porque estará disgustado, aunque parezca que no, [...] mal vamos", ha señalado. Recomienda empezar con un mensaje de confianza como "sigo confiando en ti, pero hay que organizarse", ya que, según su experiencia en colegios, las notas son una de las principales preocupaciones de los jóvenes.
ESCUELA DE FAMILIAS
El pediatra también ha destacado que los menores "quieren aprobar, aunque no estudien", una idea que desmonta la creencia de que un suspenso es sinónimo de indiferencia. Pèlach insiste en la importancia de transmitir exigencia, pero siempre desde un prisma de apoyo. En este sentido, sugiere a los padres preguntarse qué pueden mejorar ellos y ofrecerse a estar más encima para ayudar en la organización del estudio.
Quieren aprobar, aunque no estudien"
Pediatra
El error de castigar sin extraescolares
Uno de los errores más comunes es castigar a los hijos quitándoles actividades que disfrutan, como el deporte o la música. Raimon Pèlach es tajante al respecto: no hay que quitarles lo que les divierte y les distrae. La clave, según el experto, es que el menor "no tiene que sentirse castigado, sino estimulado".
No tiene que sentirse es castigado, sino estimulado"
Pediatra

Estudiante preparando exámenes
Retirar la actividad física, como el fútbol o el baloncesto, puede ser incluso peor si ese tiempo no se dedica a estudiar eficazmente y el niño acaba "tirado en el sofá viendo la tele". Pèlach defiende que estas actividades son beneficiosas y que, en un futuro, la vocación del menor podría estar relacionada con ellas. Por ello, anima a no cerrarles esas puertas.
Ayudarles a gestionar el tiempo
En lugar de castigar, el pediatra propone ayudar a los menores a procesar y gestionar su tiempo. Pone como ejemplo aprovechar pequeños huecos, como la media hora entre la llegada a casa y el entrenamiento, para adelantar tareas de una asignatura que les guste. "Aquel truco que me diste me ha dado resultado", le han confesado algunos adolescentes, a quienes él felicita por su madurez.
Finalmente, Pèlach ha hecho un llamamiento a la calma para los adultos, a quienes recomienda "contar hasta 3" antes de reaccionar con una bronca. Advierte que el fracaso académico puede derivar en problemas de ansiedad y depresión, con casos de jóvenes que han llegado a esconder las notas por miedo. Por ello, es fundamental apoyarles "desde el principio" y entender que el menor "está pidiendo ayuda, aunque no te lo diga".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




