Un pediatra da la clave para que las familias gestionen bien los horarios con adolescentes: "Negociar sí, imponer también"

Con la llegada del verano, el final del curso escolar y el inicio de las fiestas populares, muchas familias se enfrentan al reto de gestionar el tiempo libre de sus hijos adolescentes. Raimon Pelac, miembro de la Asociación Navarra de Pediatría, ofreció en una entrevista en COPE Navarra una serie de pautas para manejar esta etapa con serenidad, responsabilidad y comunicación.

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"Negociar ahora para no discutir después" fue una de las frases clave del pediatra, que abogó por pactar horarios con los hijos desde el conocimiento que los padres tienen sobre ellos. “Los adolescentes necesitan normas porque les dan seguridad”, explicó Pelac, recordando que ceder a la presión de los menores puede transmitir una imagen de debilidad.

No vale decir una cosa y luego ceder. Si lo haces, tu hijo aprenderá que presionando consigue lo que quiere. Eso no educa, confunde

Raimon Pelac

Pediatra

Durante la conversación, Pelac insistió en la importancia de la coherencia. “No vale decir una cosa y luego ceder. Si lo haces, tu hijo aprenderá que presionando consigue lo que quiere. Eso no educa, confunde”, afirmó. También puso el foco en la conocida “presión de grupo”, que empuja a los adolescentes a pedir más permisos alegando que “todos los demás pueden llegar más tarde”.

Uno de los consejos más repetidos fue establecer los horarios por adelantado, siempre desde la firmeza pero con flexibilidad ajustada a la edad y madurez del menor. Pelac subrayó que “los chavales agradecen los límites, aunque no lo digan”. Y recordó que, al igual que existen normas legales como no poder conducir hasta los 18, en casa también deben aplicarse reglas para proteger y guiar.

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El riesgo del alcohol en las primeras salidas también centró parte de la charla. Pelac compartió casos reales de adolescentes atendidos en urgencias por comas etílicos. “No hablamos de estar algo bebido, hablamos de pérdida de conciencia, de colapsos. Es muy serio”, advirtió. En este sentido, controlar los horarios también es una herramienta para reducir el riesgo.

Si llegan tarde o en mal estado, no es momento de montar un escándalo

Raimon Pelac

Pediatra

Sobre cómo actuar ante un incumplimiento, el pediatra recomendó evitar la bronca en caliente. “Si llegan tarde o en mal estado, no es momento de montar un escándalo. Es mejor dejar pasar la noche y hablar al día siguiente con calma, pensando en la prevención para próximas ocasiones”, señaló. Y si se impone un castigo, debe cumplirse.

Pelac recordó una anécdota que le compartió una madre: su hija le pidió quedarse a dormir en casa de una amiga sin previo aviso. La madre, firme, la fue a buscar. “Perfecto”, sentenció el pediatra. “Si hubiera cedido, habría perdido toda la autoridad construida. Hay que actuar con coherencia”.

No hace falta esperar en el salón. Basta con que, al llegar, entre a darte un beso

Raimon Pelac

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¿Pactar horarios entre todos los padres del grupo de amigos?

 Pelac se mostró escéptico. “Cada chaval es distinto. Además, en muchos casos los padres ceden por presión del grupo de WhatsApp, aunque no estén convencidos. Es mejor que cada familia actúe con responsabilidad individual”.

Los adolescentes viven el presente, pero los padres debemos pensar en el conjunto. No se trata de controlar un sábado, sino de educar para todos los sábados del verano y para la vida

Raimon Pelac

Pediatra

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Finalmente, el pediatra aconsejó no fiscalizar la llegada del menor de forma directa, pero sí mantenerse atentos. “No hace falta esperar en el salón. Basta con que, al llegar, entre a darte un beso. Es una forma natural de saber si ha llegado a tiempo y en qué estado lo ha hecho, sin necesidad de crear tensión”, explicó.

Para cerrar, Pelac subrayó un mensaje fundamental: “Los adolescentes viven el presente, pero los padres debemos pensar en el conjunto. No se trata de controlar un sábado, sino de educar para todos los sábados del verano y para la vida”.