Estudiantes de Cip ETI Tudela revolucionan con tecnología la protección de la fauna en las Bardenas (I Parte)
Alumnos de Formación Profesional del CIP ETI desarrollan innovadores sistemas para monitorizar conejos, cernícalos y buitres en la reserva natural navarra

Tudela - Publicado el
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El Centro Integrado Politécnico ETI de Tudela ha convertido sus aulas en un centro de innovación tecnológica aplicada a la naturaleza. En una colaboración pionera con la Comunidad de Bardenas Reales, alumnos y profesores de Formación Profesional desarrollan proyectos que combinan electrónica, telecomunicaciones y robótica para estudiar y proteger el frágil ecosistema de la reserva navarra. Esta sinergia pone en valor el papel de la ETI en la Ribera de Navarra como motor educativo y tecnológico.
Una alianza entre tecnología y naturaleza
La colaboración se inició en el curso 2016-2017, cuando la Comunidad de Bardenas propuso a los centros educativos de la zona participar en proyectos para conocer mejor la reserva. Para la ETI, esto representó una oportunidad única de aplicar su lema, "aprender haciendo". Según explica el profesor de electrónica Luis López, esta iniciativa ha permitido a los alumnos "hacer proyectos reales que se desplegasen en el campo".
Alejandro Urmeneta, biólogo de la Comunidad de Bardenas, ha calificado la colaboración como "fácil", destacando que "el avance ha sido espectacular" en la calidad de la información recogida. Este trabajo conjunto también ha tenido un impacto personal. "Ha sido descubrir Bardenas, que yo estando aquí casi no lo conocía", ha confesado Luis López sobre un territorio que a menudo es más visitado por extranjeros que por los propios navarros.
Proyectos pioneros de seguimiento
Uno de los primeros proyectos ha sido el seguimiento del conejo de monte, una especie clave cuyo censo había disminuido. Los estudiantes han desarrollado y aplicado dispositivos tecnológicos que, implantados en los animales, permitían su geolocalización mediante GPS y drones. Este seguimiento ha desvelado que, más allá de los depredadores, el principal problema eran virus como la mixomatosis y la neumonía vírica hemorrágica.
Otro proyecto destacado es la monitorización del cernícalo primilla, un pequeño halcón migratorio reintroducido en la zona. Se han instalado cámaras en los nidos artificiales de un "primillar" en Arguedas, creando un circuito cerrado para seguir la evolución de los pollos e incluso transmitir las imágenes en directo por internet. La creatividad del proyecto llegó a implementar un sistema de refrigeración con aspersores controlados por sensores para proteger a los pollos de las olas de calor.
La iniciativa más compleja técnicamente ha sido la instalación de cámaras en el Muladar de Bardenas, un punto de alimentación para aves necrófagas. Para llevar la señal de vídeo desde este punto aislado, los alumnos de telecomunicaciones, dirigidos por el director Juan Carlos Ciria, tuvieron que montar una instalación fotovoltaica autónoma y un radioenlace directo de 17 kilómetros hasta el centro ETI en Tudela.
El aprendizaje no se tiene, excepto cuando llevas a cabo algo realmente"
Para los profesores, la principal ventaja es ver cómo los alumnos se enfrentan a problemas imprevistos. "Cuando despliegas algo en la realidad y en el campo te encuentras con detalles que pueden ser que no las hayas podido pensar", ha comentado Luis López, quien sentencia que "el aprendizaje no se tiene, excepto cuando llevas a cabo algo realmente".
Formar personas, no solo profesionales
Primero, el profesorado bien preparado, pero también los valores, los buenos valores"
Con más de 70 años de historia, el CIP ETI es un referente en la Formación Profesional navarra. Juan Carlos Ciria, director de ETI Central, ha subrayado la importancia de la parte humana: "Primero, el profesorado bien preparado, pero también los valores, los buenos valores". Considera que en un mundo dominado por la tecnología, la ética y el fomento de "ese respeto, esa solidaridad, ese trabajo en equipo" son fundamentales.
Por su parte, Marta Herrero, directora del ETI San Juan, ha enfatizado la necesidad de enseñar a los jóvenes sobre "el esfuerzo, el reto que se tienen que plantear para sacar cosas adelante". El resultado de esta filosofía es una alta tasa de empleabilidad, aunque muchos alumnos deciden continuar su formación, pasando de grado básico a medio y de ahí a superior o incluso a la universidad.
"Son edades tan importantes, de 16 a 22 años", ha reflexionado Ciria, destacando que el objetivo es darles una base sólida "para seguir aprendiendo". Un orgullo que se materializa cuando ven a antiguos alumnos triunfar, como un experto en ciberseguridad que recientemente impartió una charla desde Suiza.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



