Encuentro misionero de verano 2023 en Javier

El día 20 de julio, se celebró en Javier el Encuentro misionero de verano, donde se dieron cita cerca de sesenta misioneros con algunos familiares. El encuentro, organizado por la Delegación de Misiones, fue presidido por D. Francisco Pérez, Arzobispo de Pamplona y Tudela y coordinado por el Delegado de Misiones D. Oscar Azcona. Destacar la presencia del director nacional de OMP (Obras Misionales Pontificias) D. José Mª Calderón.

Este año los misioneros que participaron en la mesa redonda fueron: Mª Amparo Baquedano, fundadora del Carmelo Misionero que lleva en la misión de Corea desde 1977; Simón Aspiroz, Hermano de San Juan de Dios, misionero que actualmente está Quito, Ecuador; y Carlos Berro, de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco, que lleva toda una vida en África: Benín, Togo, Malí, Senegal, Gambia y Costa de Marfil. Nos narraron las dificultades, los retos y las experiencias profundas que, desde la fe y la vida en Dios, convierten cualquier dificultad en oportunidad y esperanza. Todos coincidieron en describir su vocación misionera como un auténtico regalo que les ha hecho Dios, desde la Iglesia que tanto aman.

La mañana terminó con una breve presentación, por parte de D. José Mª Calderón, de un evento que tendrá lugar en Navarra con motivo del Domund 2023: la exposición “Domund al descubierto”; con la que se presentará desde aquí, a nivel nacional, el Domund de este año. Ésta tendrá lugar en el Seminario conciliar de San Miguel de Pamplona, y ya están previstas una serie de actos que en breve presentaremos.

Como ya es tradicional, el momento álgido del encuentro fue la “misa misionera”, que este año se celebró en la parroquia de la Anunciación en Javier; donde D. Francisco agradeció la riqueza misionera de nuestra diócesis que actualmente cuenta con más de 500 misioneros navarros en activo y más de 350 misioneros retornados. Esto nos convierte en una de las diócesis españolas con más misioneros.

El día se cerró con la tradicional comida fraterna, donde la sobremesa se convierte en una “celebración cultural misionera”; donde los misioneros cantan, recitan, rezan y bailan según las lenguas y culturas donde viven. Aunque alguna “jotica” deja clara las raíces.