2 de diciembre, víspera de San Francisco Javier, nuestro patrón y día de Navarra. Hoy como no podía ser de otra manera, tenemos que hablar de la cuna de nuestro patrón, de Javier, pero la rama materna de nuestro protagonista pertenecía a una importante familia baztanesa, en concreto de la localidad de Azpilcueta, hoy vamos a unir Javier y Azpilcueta. Y como es habitual, lo vamos a hacer de la mano de Patxi Pérez.

Francisco de Jaso y Azpilcueta nació en Javier como todos bien sabemos en 1506. Nació en Javier porque, su madre era la señora de Javier, lo era porque su padre Martin de Azpilcueta caso con una hija de los Aznarez de Sada que eran los señores de Javier desde el siglo XIII.

Tras casarse María de Azpilcueta con Juan de Jaso se establecen en el señorío de Javier. Javier era un lugar con una gran importancia, ya que su situación fronteriza con el Reino de Aragón le facultaba una importancia de control y vigilancia.

Fue Sancho VII el Fuerte el que en torno a 1223 lo gano a un noble aragonés que lo había dado como garantía de un préstamo y al no poder hacer frente al pago paso a manos del rey navarro. En 1236, Teobaldo I le concedió la posesión del castillo al primero de los Sada que lo mantuvieron en el tiempo como ya hemos dicho.

¿Sabemos cómo era el castillo en aquella época? ¿Cómo evoluciono a lo largo de los años? Nos lo cuenta Patxi Pérez.