El senador de UPN, Alberto Catalán, ha criticado que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ofrece "muchas palabras" pero "ningún plazo ni concreción" para acabar con los actos de homenaje a presos de ETA excarcelados y ha asegurado que "el responsable principal de acabar con tanta infamia, el máximo responsable de proteger a las víctimas es el gobierno y, en este caso, de manera concreta, es el Ministerio del Interior.

Así lo ha señalado Catalán en el transcurso de una moción que ha defendido en el Senado para condenar "los actos de apoyo, recibimiento, homenaje y exaltación a los presos, asesinos, miembros y colaboradores de la banda terrorista ETA". La moción se votará el miércoles. Catalán ha admitido una enmienda del PP que plantea aislar políticamente a quienes no condenan la violencia.

El senador navarro ha reclamado "memoria, dignidad, justicia y verdad para las víctimas del terrorismo, hoy, de manera especial para las 39 personas (hombres, mujeres y niños), asesinados por el etarra Henri Parot, asesino de ETA". "39 asesinatos, 4.799 años de condena y algunos siguen organizando actos de apoyo. Cuando lo excarcelen en 2030, solo habrá cumplido un año por cada uno de los 39 asesinatos que cometió. Y luego hablan la cadena perpetua", ha señalado Catalán.

El senador de UPN ha afirmado que "es inaceptable que se quiera victimizar al verdugo" y ha asegurado que "la catadura moral, ética y humana de los asesinos de ETA es evidente, como lo es la de aquellos que participan de las muestras de apoyo a los terroristas". "Bajeza que no solo produce asco, sino también repugnancia. Asimismo, la postura de aquellos partidos políticos y colectivos que siguen defendiendo estos homenajes. El presidente Sánchez y la presidenta Chivite lo tendrán que tener presente cuando firman acuerdos con ellos y pretenden blanquearlos para conseguir sus votos y mantenerse en el poder", ha asegurado.

El senador navarro ha afirmado que "se ensalza la figura y trayectoria de asesinos que no han mostrado ningún arrepentimiento y que no han colaborado con la justicia para el esclarecimiento de los más de 300 atentados todavía sin aclarar y se hace con los que siguen la ortodoxia de la banda terrorista y su entorno". "La mafia sigue en la calle y besa en la mejilla al asesino que sale de prisión. Al que discrepa ya se sabe, el olvido y la indiferencia, antes, también, el tiro en la nuca", ha añadido.

Catalán ha asegurado que "los responsables de los recibimientos, actos de apoyo y homenajes que se vienen realizando y se seguirán convocando son el Gobierno y el señor Marlaska, por no actuar a tiempo". "Tres años después de iniciados los procedimientos, el Gobierno sigue sin poner fin a estos ultrajes. Sanciona y persigue otros enaltecimientos y odios pero no estos. Las prioridades son otras", ha criticado.

En esa línea, ha afirmado que Marlaska "se sigue lavando las manos como Pilatos". "Muchas palabras, mucha ofensa pero pocos hechos. Ningún plazo ni concreción. Menospreció los datos de los actos de apoyo a la banda terrorista ETA o a sus miembros cuando salen de prisión. Como si en el mismo periodo de tiempo las excarcelaciones fuesen las mismas. Con que solo se celebrase uno ya sería suficiente para prohibirlo. La ignominia con las víctimas no depende de la cantidad sino del hecho en sí", ha asegurado.

Además, Alberto Catalán ha afirmado que el fin de estos homenajes "es un demanda de todas las víctimas, es una exigencia de la sociedad democrática, una responsabilidad y obligación del Gobierno, de la dignidad de un país, de la dignidad humana y personal". "Hay que acabar con los recibimientos, homenajes y apoyo a los asesinos de ETA. No hay excusa que valga. Menos aún directivas europeas de las que ya se conocía plazos de revisión desde que fuese aprobada. El ministro de Interior ya no engaña a nadie. Es su deber actuar. Debe dejar de ser un títere en las manos de su señor. Ha pasado de ser un juez admirado a un ministro despreciado", ha lamentado.

Catalán ha asegurado que "desde UPN no nos cansaremos de decir alto y claro que es inaceptable que las víctimas del terrorismo tengan que padecer no solo la muerte de un ser querido, sino también sufrir al comprobar cómo se recibe y aclama a sus asesinos cuando salen de prisión, cómo se ensalza su figura y trayectoria y cómo se obvia el dolor que genera".