Otoño en La Rioja con sorpresa: El veranillo de San Miguel asoma
La Agencia Estatal de Meteorología adelanta temperaturas superiores a lo habitual en toda la región
Logroño - Publicado el
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La delegada de Aemet en La Rioja, Paloma Castro, confirma que el otoño 2025 llegará con temperaturas un grado por encima de lo normal, con un nivel de probabilidad del 70 %. La previsión coincide con la estimación para el valle del Ebro y el arco Mediterráneo, lo que sugiere un patrón general de clima más cálido en el noreste de España.
Después del descenso térmico experimentado desde el 20 de septiembre por el viento del cierzo, se espera que el viernes 26 de septiembre las temperaturas vuelvan a subir, con máximas que podrían alcanzar los 26 grados en Logroño. Entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre, la presencia del anticiclón mantiene la tendencia cálida, mientras que del 6 al 12 de octubre podrían registrarse algunas lluvias débiles. A partir del 17 de octubre, se prevé el inicio de un trimestre otoñal con valores térmicos superiores a lo habitual.
Fascinante vista al atardecer del viñedo con el pico de Cellorigo al fondo en la región de La Rioja.
Un verano histórico y condiciones de lluvia
El verano 2025 se posiciona como el tercero más cálido en la serie histórica de La Rioja, con una temperatura media de 21,5 grados, solo superado por los veranos de 2003 y 2023. Junio fue extremadamente cálido, julio registró valores normales y agosto volvió a destacar por su calor intenso.
Las precipitaciones totales alcanzaron los 118 litros por metro cuadrado, con dos episodios de lluvia fuerte acompañada de granizo el 11 de junio y el 11 de julio, especialmente en Logroño. En cuanto a incendios, se registraron 30 incidentes agrarios de poca extensión y dos de carácter industrial en Alfaro el 20 de agosto. Los embalses mantienen un nivel superior al de 2024, con 87 hectómetros cúbicos de media, lo que garantiza reservas adecuadas de agua para la temporada. El veranillo de
San Miguel, tradición y clima
El llamado «veranillo de San Miguel», también conocido como «veranillo del membrillo», suele coincidir con la festividad de San Miguel a finales de septiembre y marca la maduración de este fruto. Aunque no es un fenómeno constante, tradicionalmente se asocia con un período de tiempo estable, cálido y seco, ofreciendo una última tregua de verano antes de la llegada plena del otoño.