Los centros escolares de La Rioja recuerdan un año después la "estampida y tristeza" por la llegada del COVID

El 10 de marzo de 2020 se comunicaba la suspensión de las clases en La Rioja. Profesores y alumnos no volverían a las aulas hasta septiembre. Un año después recordamos cómo fueron aquellos días y cómo se convive hoy con la pandemia.

El paso del tiempo provoca que los sentimientos reposen con calma; sin embargo, en este caso, los sentimientos continúan a flor de piel porque "la batalla continúa". Hace hoy un año, muchos vivían con relativa tranquilidad las noticias que llegaban de Italia, pocos pensaban que el tsunami estaba a punto de llegar a España y, por supuesto, hasta nuestra pequeña Rioja. Otros, más negativos o quizá previsores y realistas, pensaban que las cosas se complicarían y algún padre nos cuenta que dejó a su hijo en la filia del colegio pensando que podría ser la última vez que lo haría en mucho tiempo. No se equivocaba.

Una rueda de prensa daba a conocer la noticia a media mañana. Se suspendía las clases. Las llamadas y los chats en los móviles echaban humo. Nervios y también miedo, cierto es. Fueron jornadas "de locura".

Ana Isabel Preciado, directora del colegio Amor Misericordioso de Alfaro, recuerda aquellos días como "una gran estampida que vino seguida de una profunda tristeza". Se alegra de que la educación sea presencial. "Donde mejor están los niños es en el cole", nos cuenta.

De hecho, muchos se despidieron así de su cole, se habían graduado sin fiesta o se habían jubilado sin despedida. Nada volvería a ser como antes. Una despedida sin adiós que hubo que digerir con paciencia y tiempo.

Para Ana Rosa Alba, directora del centro Escolapias Sotillo de Logroño, "el gran esfuerzo por mantener a los niños en las aulas ha merecido la pena":

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Ana Rosa Alba, directora Escolapias Sotillo Logroño

El padre Pedro Luis Morais, director espiritual del colegio San Agustín de Calahorra, recuerda la rápida adaptación a la educación online y pone en valor el esfuerzo de los más pequeños:

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Padre Pedro Luis Morais, director espiritual del centro San Agustín de Calahorra,

Beatriz Abadías, directora colegio La Salle-El Pilar de Alfaro, recuerda que pensaron que se iban para quince días pero el tiempo se alargó y las aulas no volvieron a abrirse hasta septiembre:

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Beatriz Abadías, directora del colegio La Salle-El Pilar de Alfaro

El esfuerzo de la comunidad educativa ha dado extraodrinarios frutos. Las aulas no han superado en 1% de incidencia COVID en ningún momento del curso. Enhorabuena a todos los que lo han hecho posible. Deben recoger el merecido aplauso de instituciones y familias.