Gerardo Sobrón, quesero de Anguiano: "Lo que pierdes en servicios lo ganas en salud"
El propietario de la 'Panadería-Quesería Tres Puentes' protagoniza hoy el primer espacio de 'La Rioja ante el reto demográfico'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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'La Rioja frente al reto demográfico' es un espacio que desde hoy y hasta el próximo viernes nos va a permitir conocer diferentes iniciativas de personas que siguen apostando por el medio rural y que, cada día a las 12:50 horas, nos contarán su experiencia personal y familiar en diferentes puntos de la región.
Una hospedería en Zarratón; una granja-escuela en Entrena; una casa rural en Viniegra de Abajo; un negocio agrario en Bañares y una panadería-quesería en Anguiano son los ejemplos que demuestran que la vida en los pueblos de La Rioja no sólo sigue siendo posible, sino también rentable, agradable y, en según qué casos, hasta verdaderamente envidiable.
Gerardo Sobrón es el propietario de la Panadería-Quesería 'Tres Puentes' de Anguiano, y este mediodía reconocía ser defensor de la vida en el pueblo, algo que supone asumir “otra filosofía de vida”. “Lo que pierdes en servicios lo ganas en salud, y la convicencia es lo mejor que tenemos en los pueblos”, reconoce Sobrón.
Mantener los servicios y mejorar las comunicaciones son dos aspectos clave para fijar la población en el medio rural. Mañana martes, un poco antes de la una, seguiremos conociendo experiencias de la mano de Irene Sobrón, propietaria de un restaurante y una casa rural en Viniegra de Abajo.
Las causas del éxodo
Miles de municipios de nuestro país, también de nuestra Comunidad Autónoma, sufren problemas graves de despoblación. Las dos Castillas, seguidas de Aragón, Asturias, Galicia, Extremadura, La Rioja, Andalucía, sur de Navarra y norte de Valencia afrontan su Reto Demográfico. Se estima que España perderá más de medio millón de habitantes en los próximos 15 años, y que en torno al 70 por ciento de ellos será en estas regiones.
La marcha de jóvenes en busca de oportunidades laborales y educativas en las ciudades, la disminución de la natalidad o el progresivo envejecimiento de la población residente son las causas principales de la España vacía. Pero no las únicas. La tendencia al abandono de las actividades agrícolas, ganaderas y agroalimentarias; también las políticas en contra de lo rural y a favor de las grandes ciudades, o la minusvaloración de las áreas rurales en contraposición con las urbanas, inspiran ese círculo vicioso en el que la falta de actividad económica en los pueblos, unida a la oferta de empleo de las ciudades, genera una emigración masiva y condena a los pueblos a su desaparición.
Frente a esos hechos irrefutables, cada vez hay más voces que creen que la despoblación es un fenómeno reversible y que todavía hay forma de salvar a estas zonas rurales mediante la agricultura y la ganadería sostenible o la industria agroalimentaria de calidad, que son la base del sustento de muchos de los municipios que se siguen revelando contra el destino y donde, de llevarse a cabo actuaciones encaminadas a favorecer la apertura de negocios, mejorar las infraestructuras de comunicación y transporte o fomentar el teletrabajo, se podría revertir esa situación.