Los usuarios de la Cocina Económica han crecido, a causa del COVID-19, entre un quince y un veinte por ciento y, además, son personas más jóvenes, tal y como ha informado hoy su presidente, Emilio Carreras.

Cada día, acuden al comedor social, en marcha desde hace 127 años, entre setenta y ochenta personas y, además, a las familias que tienen niños pequeños se les da la ración en un tupper. En total son 120 raciones diarias.

"No ha habido ningún parón, ni con motivo del COVID que ha sido mucho menos grave que la Gripe Española y la Guerra y Postguerra, momentos en los que se llegó a alimentar aquí a 3.500 personas diarias", ha contado.

La pandemia ha aumentado el número de personas que ha necesitado atención y, además, se ha notado que, si bien antes casi no había mujeres, ahora ha habido un incremento "bastante importante". Además, las personas que llegan tienen una media de nueve años menos.

El consejero de Servicios Sociales, Pablo Rubio, ha visitado hoy la Cocina Económica para "reconocer" su papel en la sociedad dada su "importante" labor para garantizar la alimentación así como el alojamiento, unidos a la 'guardería'.

"Hay una crisis sanitaria y una crisis económica de la que tenemos que recuperarnos y ha habido una crisis social", ha señalado.

Ha informado de que el Gobierno de La Rioja aportará una dotación novedosa de 50.000 euros que Carreras ha detallado que servirá para rehabilitar la planta superior del edificio que se utiliza como 'guardería' y que, ahora, está desocupada.

En ese espacio se crearán cuatro viviendas, de unos noventa metros cuadrados y con cuatro dormitorios y dos baños, para familias numerosas. Las obras comenzarán en cuanto se reciba la licencia municipal.

Ha explicado cómo en el centro de alojamiento hay veinte viviendas, pero de uno o dos dormitorios, y han tenido peticiones de familias con cuatro o cinco hijos que no se ha podido atender porque los pisos no tenían capacidad.

Cocina Económica, ha relatado Carreras, ha sido conocida por su comedor social pero, en la actualidad, cuenta con más programas, entre los que ha destacado uno de ayuda a personas en grave riesgo de exclusión, subvencionado por el Gobierno de La Rioja, y que incluye una residencia donde viven y que, también, tiene talleres ocupacionales.