“Lo han pactado entre los grandes y nos han dejado fuera”, denuncia Sansaloni sobre el principio de acuerdo de hostelería

Antoni Sansaloni, presidente de la Asociación de Cafeterías, Bares y Restaurantes de PIME Menorca, critica que el principio de acuerdo salarial alcanzado en Mallorca no tiene en cuenta la realidad estacional del sector en Menorca

Ignasi Catchot

Menorca - Publicado el

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El reciente principio de acuerdo del nuevo convenio de hostelería en Baleares —que contempla una subida del 13,5% en los salarios durante los próximos tres años para unos 180.000 trabajadores— ha generado inquietud en Menorca. En declaraciones a Herrera en COPE Menorca, Antoni Sansaloni, presidente de la Asociación de Cafeterías, Bares y Restaurantes de PIME Menorca, fue claro: “Lo han pactado entre los grandes y nos han dejado fuera”.

El acuerdo ha sido impulsado por la patronal hotelera de Mallorca y el sindicato UGT, sin contar con las patronales de pequeña y mediana empresa de Menorca. “Llevamos cinco meses yendo a reuniones en Mallorca con voluntad de dialogar, pero no ha servido de nada”, lamentó Sansaloni. “Ni nos han consultado ni han tenido en cuenta nuestras propuestas”, añadió.

Mallorca y Menorca: dos realidades turísticas opuestas  

Sansaloni denuncia que el preacuerdo responde a una realidad turística muy distinta a la de Menorca. “Ellos pueden llegar a tener casi nueve meses de temporada. Aquí, si conseguimos seis meses ya es mucho”, explicó. “No se pueden aplicar las mismas condiciones salariales ni laborales cuando las estructuras son tan distintas”, añadió.

En Menorca, el grueso del trabajo se concentra en julio y agosto, mientras que Mallorca puede estirar la campaña desde febrero hasta octubre gracias al cicloturismo, el senderismo o el turismo MICE. “Esa diferencia estructural condiciona todo: ingresos, planificación, contrataciones… y no se ha tenido en cuenta”, advirtió.

La presión recae sobre los pequeños  

Uno de los puntos más conflictivos del acuerdo, según Sansaloni, es que “impone condiciones iguales a grandes y pequeños empresarios sin contemplar la diferencia de escala”. Los costes en riesgos laborales, personal o mantenimiento son similares, pero los ingresos no. “Además, muchos negocios familiares tienen que ser mucho más flexibles con los horarios para adaptarse a la demanda”.

“La presión es mayor en los pequeños. En Mallorca lo tienen más fácil: más meses de trabajo, más volumen, más estructura”, añadió. Y recalcó: “Nosotros tenemos que ser más flexibles para poder mantener los negocios abiertos”.

Propuestas sin respuesta  

Desde PIME Menorca se presentaron varias propuestas para intentar equilibrar el convenio a la realidad menorquina. Entre ellas, recuperar el contrato de aprendiz —para facilitar la incorporación de jóvenes al sector con condiciones adaptadas a su falta de experiencia— y establecer días alternos de descanso.

“No puede ser que formar a un joven cueste lo mismo que contratar a alguien con 20 años de experiencia”, defendió Sansaloni. “Y tampoco se ha contemplado la necesidad de dar algo de oxígeno en forma de descanso durante la temporada”.

Ninguna de estas ideas fue aceptada. “Como no necesitan nuestro voto, lo aprueban igual. Firmar un documento que no nos representa no tiene sentido”, sentenció.

Preocupación por el futuro del sector menorquín  

El presidente de los restauradores advirtió que si no se reconsidera el modelo, el sector menorquín puede resentirse. “Algunos bares ya están optando por no abrir ciertos días o por reducir mesas. Si los números no salen, la gente no arriesga”, explicó.

“Al final, quien pierde es el turista. Viene buscando servicio y calidad, y se encuentra con una oferta más limitada porque no se dan las condiciones adecuadas”, dijo.

Pese a todo, Sansaloni tendió la mano al diálogo. “La pequeña y mediana empresa en Menorca siempre ha sido responsable. Queremos subir sueldos y mantener empleo, pero necesitamos condiciones realistas. Si solo mandan los grandes, el equilibrio se rompe”, concluyó.