Este miércoles se ha realizado en el Consell Insular una recepción de reconocimiento a los voluntarios de la entidad Cáritas Diocesana Menorca merecedores del Premio Tamarell. Este Premio, el correspondiente a la isla de Menorca de los Premios de Voluntariado de las Islas Baleares impulsados desde la Dirección General de Participación, Transparencia y Voluntariado, premia la tarea de voluntariado de las Islas Baleares, con el fin de sensibilizar a la sociedad respecto de los valores del voluntariado.

El premio de este 2022 para un proyecto menorquín ha recaído en el Refuerzo Escolar de Cáritas, uno de los proyectos de Infancia y Juventud con voluntariado de la entidad parroquial.

A lo largo del acto, que ha contado con la consellera de Ocupación, Vivienda y Cooperación Local Cristina Gómez; el conseller de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera Josep Juaneda y la consellera Carmen Reynés, así como con la Directora Insular de Vivienda, Voluntariado y Participación Ciudadana Roser Román, las autoridades han reconocido la gran tarea de los voluntarios de Cáritas con la asistencia de Biel Pons Olives, director de Cáritas, Cristòfol Alzina, profesor de matemáticas jubilado y voluntario del proyecto y Rafel Enrich, coordinador de voluntariado. Cristina Gómez, en sustitución de la presidenta del Consell Susana Mora, ha destacado los valores humanos de los voluntarios premiados con los versos de Miquel Martí Pol sobre “aquellos que saben verse y amarse, no en su gozo, sino en el gozo de los otros”.

El proyecto premiado de Refuerzo Escolar es un servicio de intervención educativa dirigido a niñas y niños de entre 6 y 12 años con dificultades de aprendizaje a nivel académico y consiste en dar clases de refuerzo, pero también en proporcionar un acompañamiento a los niños, con el objetivo de apoyarlos y de fomentar las potencialidades del menor, favorecer su socialización e integración, y prevenir así situaciones de riesgo. Las actividades con una duración de una hora u hora y media se realizan todas las semanas durante el curso escolar, en las parroquias o espacios de Cáritas Diocesana de Menorca e íntegramente con personal voluntario. También se realiza cada año una formación dirigida al voluntariado, y un seguimiento permanente de la tarea que desarrollan estas personas voluntarias.