Silencio, emoción y justicia: 16 años del atentado de ETA en Palmanova
La reivindicación de la verdad y el recuerdo de Diego Salvá y Carlos Sáenz han sido los ejes principales del homenaje

Atentado de ETA en Palmanova
Mallorca - Publicado el
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Diego y Carlos fueron dos guardias civiles asesinados por la banda terrorista ETA en Palmanova un día como hoy hace 16 años, el 30 de julio de 2009. Una bomba lapa en uno de los coches de la Benemérita estalló y acabó con las vidas de Diego Salvá, mallorquín de 27 años, y Carlos Sáenz de Tejada, burgalés de 28, ambos con apenas un año de servicio en la Guardia Civil.
Hoy Calvià ha celebrado un emotivo homenaje en su memoria. El acto comenzó con una ofrenda floral en la calle que lleva el nombre de Diego Salvá, frente a la Sala Palmanova, y reunió a una amplia representación institucional y ciudadana. El alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual, encabezó la delegación municipal, acompañado por la presidenta del Govern de les Illes Balears, Marga Prohens; el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne; el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés; el delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez; y el coronel jefe de la Guardia Civil en las Islas Baleares, Alejandro Mosquera. Además, asistieron representantes políticos, mandos de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil, Policía Nacional, así como familiares, padres y miembros de la sociedad civil.
En su discurso, el alcalde, Juan Antonio Amengual, quiso transmitir un mensaje cargado de emoción y firmeza: «Aunque no estén físicamente entre nosotros, ellos siguen más vivos que nunca. Las bombas y las balas no pueden matar la idea de la libertad ni el recuerdo de los seres queridos». Añadió que Calvià «es un pueblo que puede perdonar, pero que no olvida», subrayando la importancia de mantener viva la memoria y la justicia para todas las víctimas del terrorismo: «A Carlos y Diego solo podría matarles el olvido y la indiferencia. Y eso no ocurrirá».
El alcalde aprovechó la ocasión para reclamar el fin de la impunidad en los crímenes sin resolver de ETA, recordando que «se cifran entre 300 y casi 400 los asesinatos de la banda terrorista ETA por los que no se ha condenado a nadie». Denunció además la manipulación de la memoria por parte de quienes, a su juicio, pretenden blanquear el pasado terrorista: «Esa impunidad, que corre pareja a la ignominia de los que reivindican como “hombres de paz” a los terroristas, es un insulto a las víctimas, a su memoria, a sus familias. Algunos quieren que nos callemos, que no insistamos, que demos por olvidado el pasado. Y hoy, los unos y los otros pretenden dar lecciones de democracia e intentar convencernos de que aquí no ha pasado nada. Son muchos los que han dado la vida por nuestras libertades como para mancillar su memoria por un puñado de votos».
El homenaje continuó con un minuto de silencio que envolvió a todos los presentes en respeto y recogimiento, seguido por la interpretación de la canción “La muerte no es el final”, himno que simboliza la esperanza y dignidad de las víctimas del terrorismo, y el himno nacional, que resonó con solemnidad en el corazón de los asistentes.
El atentado ocurrido hace 16 años en Palmanova marcó para siempre la historia de Baleares y España. Diego Salvá y Carlos Sáenz simbolizan el sacrificio y la valentía de quienes defendieron con su vida la libertad y la democracia. La sociedad, unida en este homenaje, vuelve a manifestar su rechazo absoluto a la violencia y su compromiso con un futuro en paz.