La Policía Nacional ha detenido en Palma a un hombre español de 37 años como presunto autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar a su pareja.

Los agentes acudieron tras recibir una llamada en la que una vecina del barrio palmesano de Camp d’en Serralta, comunicaba que un hombre estaba agrediendo a una mujer y lo estaba escuchando desde la vía pública.

Una vez en el lugar, los policías se dirigieron al portal de la finca y escucharon, procedentes de un balcón, golpes y gritos de una mujer suplicando que no le pegaran, por lo que los agentes subieron rápidamente.

Los agentes localizaron la vivienda, a través de la cual se podían escuchar gritos y golpes, por lo que los policías llamaron insistentemente a la puerta que estaba cerrada, identificándose como policía, momento en el que se hizo el silencio en el interior de la casa, dejando de escuchar cualquier ruido o voz.

Temiendo por la integridad de la mujer, los policías franquearon la puerta, a la voz de policía, observando como la casa evidenciaba síntomas de pelea, encontrando al hombre en su interior, agitado, sudando y nervioso, exponiendo que allí no vivía ninguna mujer, tras ser interrogado.

Finalmente uno de los policías encontró a la víctima en el interior del baño, en estado de shock, con múltiples heridas y golpes, por lo que tuvo que necesitar asistencia sanitaria.

EL DETENIDO CONTROLABA A LA VÍCTIMA HASTA EN SUS COMUNICACIONES POR TELÉFONO

La agresión vino dada, supuestamente, por tema de celos, así como que no era la primera vez que la víctima sufría maltrato por parte de su pareja, teniendo el detenido control absoluto sobre la vida de la víctima, llegando al extremo de que los familiares tuvieran que llamar al detenido por teléfono para poder hablar con ella.

Diversos vecinos manifestaron que en el domicilio del detenido escucharon en más de una ocasión gritos y golpes, siendo varios los episodios de violencia, llegando a oír cómo se rompía un cristal y se tiraba un colchón por la ventana, mientras se podían escuchar gritos de una mujer, si bien no pueden afirmar si los gritos venían dados o no por la víctima actual, ya que han sido varios los episodios de agresiones vividos desde un tiempo atrás en dicho domicilio.