El municipio de Sant Llorenç se vio golpeado duramente hace dos años con una riada que sesgó la vida de 13 personas y que dejó al pueblo mallorquín en una situación de desastre absoluto. Dos años después, y cuando se han cumplido precisamente esos dos años de la riada hace pocas semanas, el pueblo balear se despierta hoy con una alegría absoluta al ver que el Cardassar, su equipo, jugará este año la Copa del Rey y se enfrentará a un equipo de Primera División en la próxima eliminatoria del torneo del K.O.

La clasificación llegó de la forma más épica al vencer el equipo mallorquín al imponerse al Épila, equipo que había quedado campeón de la preferente aragonesa y que, como el propio Cardassar, llegaba a la cita dispuesto a clasiificarse para la Copa del Rey y ser uno de los equipos modestos que estuviera en el bombo en el que habrá equipos de la máxima categoría del fútbol español. La duda que tiene ahora mismo el equipo de Sant Llorenç es saber si podrá jugar o no en su campo de Es Moleter, ese campo que la riada dejó totalmente impracticable.

El único escollo que podría tener el equipo balear para poder jugar en su campo es el de la iluminación ya que, como es lógico, la iluminación que posee el campo del Cardassar no es precisamente la que se requeriría para poder ofrecer en directo el encuentro por la televisión, algo que pasará sí o sí ya que el club presidido por Jaume Soler jugará contra un primera y su partido será ofrecido en directo. Ahora a los responsables del club les toca estudiar la forma de mejorar la iluminación para así poder disfrutar de un hito histórico para el club.