En tiempos en los que se está hablando del momento en el que se va a reanudar la competición en el fútbol profesional y en algún que otro deporte, hay un sector que observa con una preocupación más que lógica todo lo que está sucediendo y las consecuencias económicas que la pandemia mundial de COVID19 puede tener en un plazo muy corto de tiempo y ese sector no es otro que el del fútbol aficionado, un colectivo del que no se habla en demasía en los comunicados de la RFEF salvo para decretar más suspensiones de la competición.

Amadeo Spadaro, el presidente del San Francisco, ha dedicado estos días de confinamiento a realizar un profundo estudio económico, Spadaro es profesor de economía en la UIB, en el que analiza la situación en la que va a quedar el fútbol aficionado de las islas y español una vez se supere esta crisis y su análisis no puede ser más preocupante ya que arroja un dato  muy duro como es el hecho de que las pérdidas globales del fútbol modesto español se cifrarán, siempre siguiendo su estimación, en un total de 53 millones de euros.

El presidente del San Francisco, tras analizar el periodo de confinamiento de China y el hipotético de España considera que esta situacicón podría prolongarse hasta más de tres meses y que, en el mejor de los casos, será a finales de junio cuando se recupere la actividad deportiva, un hecho éste que deja un escenario económico que Spadaro detalla considerando las siguientes consecuencias:

1) Falta absoluta de ingresos: (cuotas, taquillas, ingresos de escoletas). 

2) Obligación de pago del coste total salarial (sueldos netos, seguridad social, dietas, coste de manutención de las instalaciones). 

3) Incertidumbre sobre la durada de esta situación. 

4) Ausencia total de mecanismos de paracaídas (ni el gobierno ni la RFEF han hecho la más mínima mención al daño económico del coronavirus sobre el futbol aficionado. 

En cuanto al coste del fútbol de cada comunidad, Amadeo Spadaro considerá que en las islas el coste para los equipos será de casí 1,4 millones de euros siendo el fútbol aficionado más afectado por esta situación, debido a su elevado número de equipos y licencias, el de cataluña que se iría a los 8,5 millones de pérdidas. Por ese motivo, Spadaro considera que lo apropiado sería dar por finalizada la temporada en todas las competiciones, ya sean aficionadas o profesionales dado que eso permitiría  reducir costes y permitir al fútbol solicitar ayudas y compensaciones "por parte de las autoridades públicas. En este momento no somos asimilables a una empresa ya que nuestra actividad está suspendida temporalmente y no definitivamente por el órgano competente (la RFEF)", matiza Spadaro en su estudio