Una monumental tángana se armaba este fin de semana en el partido de liga autonómica femenina entre el CD Menorca y el Sineu. Los hechos ocurrían en el Estadi Mahonés cuando tras marcar las visitantes un gol (1-3), una de las jugadoras del Sineu, como se aprecia en las imágenes de Eivo TV, se frena en su carrera y vuelve hacia una jugadora del Menorca que había pasado a su lado alargando el pie en lo que parece un intento de zancadilla.

La jugadora del Sineu se vuelve hacia ella e inmediatamente le lanza patadas. La del Menorca se las devuelve y tras enzarzarse llegan compañeras y auxiliares de los equipos organizándose un tumulto que provoca la suspensión del partido.

Todo esto llega después de los diferentes episodios de violencia que ha habido en el fútbol balear, como el cabezazo del jugador del Son Sardina a un rival del Consell, las amenazas a una árbitra por un supuesto episodio lingüístico, o la agresión de un jugador del Felantix al padre de un rival. De hecho, hace unos días era detenido el agresor del Son Sardina como también ocurriera con el juvenil del Felanitx.

La Federación ha puesto en marcha una campaña contra la violencia. Visto lo ocurrido en Menorca, una vez más se ha demostrado que la violencia es propia de la condición humana sin distinción de sexos, por más que en muchas ocasiones se hagan discursos buenistas o sesgados sobre cómo se comportan hombres y mujeres en el deporte. Es cierto que hay menos incidentes violentos en el fútbol femenino, también muchos menos equipos y partidos.