Las nuevas normativa y restricciones para acudir a los cementerios con motivo de la celebración del día de difuntos y evitar aglomeraciones, está provocando que existan iniciativas ingeniosas y medioambientales, y se crren nuevos hábitos de honrar a los muertos.

Una manera distinta y ecológica es lo que han dispuesto los comuneros de Couso, una parroquia de Gondomar, que han creado el “Bosque das Memorias”, para que todas las personas que lo deseen, puedan plantar un árbol en este espacio, como homenaje a un familiar o amigo fallecido.

Se ubica en una parcela de 4.000 metros cuadrados en Chan da Mamonda, un alto desde donde se puede tener una vista privilegiada de todo el valle del Val Miñor. Allí se pueden plantar ejemplares de todo tipo de árboles, respetando eso sí, una distancia entre ellos de diez metros, teniendo en cuenta su crecimiento. Los interesados tienen que dirigirse a la comunidad de montes, solicitar una autorización para su plantación y aportar los datos de la persona homenajeada. Sus datos y la especie del árbol que se plante, se grabará en una piedra a modo de lápida, que se ubicará en el alcorque de la plantación. Con esta iniciativa, los comuneros pretenden que en este bosque se puedan plantar especies que no sean invasoras como el eucalipto y la acacia.

Aconsejan acudir con árboles autóctonos para evitar incendios y crear bosques armónicos con el medio ambiente, para que puedan ser visitados por futuras generaciones. Algunas personas que ya se han sumado a esta iniciativa, también han depositado las cenizas de los seres fallecidos. Una manera distinta de recuperar los bosques, darle vida después de la muerte y poder recordar a nuestros seres queridos permanentemente.