Pontevedra eliminará de su callejero al rey emérito Juan Carlos I, que da nombre a una avenida de la capital provincial, y además le retirará todos los honores concedidos al monarca.

El Ayuntamiento de Pontevedra, gobernado por BNG y PSOE, asegura que ninguna institución "decente" debe permanecer "impasible" ante la vida "poco edificante" y "absolutamente inaceptable" del monarca, conocida a través de un "goteo continuo" de informaciones "vergonzosas".

El rey emérito, según la edil nacionalista Carmen Fouces, "no es merecedor" de tener una calle a su nombre en Pontevedra, por lo que será sustituido por Virxinia Pereira, la viuda de Alfonso Castelao, una mujer "galleguista" que fue "garante" del legado artístico y político de su marido.

En la exposición de motivos, Pontevedra censura la "ley del silencio" implantada alrededor de la casa real, con la "connivencia" de otros estamentos del Estado, para ofrecer una imagen "deturpada y falseada" de un monarca "cuestionado" por la "inmensa mayoría" de la sociedad.

"No es un problema de privada sino un hecho de extraordinaria gravedad y de gran trascendencia pública", ha asegurado Fouces, que entiende que el comportamiento del monarca "ensucia" a todas las instituciones del Estado y "deja en evidencia" a la monarquía, al "régimen" del 1978 y a la trama de "intereses espurios" alrededor de la casa real.

A esto el bipartito pontevedrés añade los "presuntos negocios ilícitos" del rey emérito, la "perversa" utilización de lo público con la creación de una "camarilla de servidores, aduladores y beneficiarios", la renuncia "expresa y en diferido" de Felipe VI a la herencia de su padre o la "fuga estrambótica" de Juan Carlos I a un destino "paradisíaco".

Esta retirada de los honores incluirá también quitarle las llaves de oro de la ciudad y la supresión de la firma del monarca del libro de honor del Ayuntamiento, plasmada en las dos visitas oficiales que Juan Carlos I realizó a Pontevedra.