La Audiencia Provincial de Ourense juzgará mañana al hombre acusado de haber provocado la muerte del conductor de una moto al que arrolló con su coche cuando circulaba a 125 kilómetros por hora en una zona limitada a 60.

Según el relato de la Fiscalía, los hechos tuvieron lugar el 7 de septiembre de 2019, cuando a las 11:10 horas el acusado, que tenía el permiso de conducir retirado y antes de subirse al volante había estado bebiendo alcohol y consumiendo drogas, conducía por el carril izquierdo del Puente Ribeiriño, procedente de la N-542, a una velocidad de 125,064 km/hora, a pesar de que en dicha zona existía una limitación 60 km/hora.

En un momento, realizó una maniobra evasiva antirreglamentaria de cambio de carril a la derecha, pero se vio sorprendido por un vehículo que circulaba por el mismo carril a menor velocidad, por lo que colisionó por alcance con la motocicleta que circulaba por el carril derecho sentido Madrid.

Tras la colisión, la moto quedó atrapada contra el frontal del chasis del turismo y posteriormente salió despedida hacia la izquierda impactando contra la mediana de hormigón de la carretera, siendo arrastrada sobre la calzada más de 40 metros.

Junto al acusado viajaba como copiloto un hombre que, según la fiscal, le instó sin éxito a que parara el vehículo. Pero el conductor siguió la marcha, dándose a la fuga y abandonó el vehículo en la rúa Coto Berredo.

Se presentó en Comisaría dos días después con una mujer que le dio una coartada falsa.

El motorista tenía 37 años, era vecino de Lisboa (Portugal), se encontraba de paso tras unos días de vacaciones con sus padres en la costa gallega, y falleció prácticamente en el acto a causa de las gravedad de las lesiones que le causó el vehículo al pasarle por encima.

La Fiscalía solicita penas de hasta catorce años de cárcel para el acusado, quien por estos hechos pasó unos meses en prisión preventiva: concretamente doce años por un delito de homicidio, y dos más por el resto de delitos de tráfico, entre ellos el de conducción temeraria.

Para la mujer, conocida como La Pucha, la fiscal pide un año y nueve meses de cárcel por delito de encubrimiento.